Primera navidad.

17 1 2
                                    




Hacía frío, caían los primeros copos de nieve, eran heladas constantes y brisas frías, sin sentimiento, cuchilladas en la cara.

Me desperté un sábado de noviembre, eran las 11 de la mañana, era imposible salir de la cama donde era el sitio mas a gusto que podías estar.

La casa era helada, una típica casa de España, donde a veces prefieres estar en la calle que dentro de la casa helada. Tocabas las paredes y no sabía si era por las heladas de la madrugada o era el cuarto de baños que dejaba moho y ahogaba la pared como agua en el mar.

Me levante a regañadientes y me tome mi desayuno como siempre. Esa tostada de mermelada y ese café que había comprado para probar y me arrepentía pero tenía que acabarlo cuanto antes.

Haciendo deberes de universidad, viendo los copos de navidad cayendo por la ventana que daba a un jardín, veía a Dante mi husky, era marrón, tenía 3 años solo y se veía que era el rey del jardín aunque lo compartía con Luna un pastor alemán cruzado con lobo.

Cuando termine de hacer los deberes de periodismo me duche, me puso una sudadera lila, un chaquetón negro, unos vaqueros que me había dado mi madre de joven, unos vaqueros en estilo campana con flores bordadas a los lados y unas converse.

Me seque el pelo y me dejó esos rizos, que tanto me había costado definir con miles de tutoriales. Me lave la cara con mis cremas de Yves Rocher, para que no me salieran tantos granos y me puse mi base, el rímel y me pinte los labios del color crema que tanto me sentaba bien, no hacia falta ponerme colorete, con el frío que hacía ya era suficiente.

Me cogí el bolso y salí de casa, me puso los auriculares y empecé a escuchar el nuevo álbum de Taylor.

Paseé por las calles frías viendo a la gente pasear, parejas agarradas de las manos riéndose a todo pulmón, críos jugando con la nieve en los parques, finalmente acabé en el mejor centro comercial de mi ciudad, tenía intención renovarme algunos libros que estaba deseando tener en mis manos era de Albert Espinosa " Que bien me haces cuando me haces bien" por lo que había leído sabía que merecía la pena gastarme mis ahorros en una nueva lectura y celebrarlo luego en el Starbucks, pasaba por al lado la sección de juegos para la play cuando de repente me tropecé a un chico era alto, moreno y salía sin darse cuenta por el pasillo dirección para ir a la caja.

-Perdón no te había visto- al principio me quedé congelada, apenas la gente se disculpa ya.

-No tranquilo no pasa nada- le dije y me fui hacia la cola.

Era feliz ya había comprado el libro y no tenía otra intención que irme a Starbucks a celebrar mi compra, pedí lo de siempre un frappuccino de chocolate y una magdalena de chocolate, soy muy fan del chocolate ya lo sé.

-Hola Leticia te veo muy animada hoy- la verdad es que estaba muy feliz se le veía esa sonrisa deslumbrando a todos los clientes- prepárame lo de siempre

-Hola Nancy como estas tu, que se te nota la felicidad surgir por los poros de la cara

-Tía estoy tan feliz ya se nota ese acogedor invierno y estoy deseando coger las vacaciones de la uni para estar en el comedor viendo cualquier película de amor con el chocolate caliente tan delicioso que compro con los churros en la puerta de la iglesia

-Tía acuérdate de que tenemos que ir a patinar sobre hielo

-Obvio no me iba a perder por nada del mundo nuestras hazañas por el hielo

Me tome mi café tan delicioso que prepara y esa magdalena que no sabía por donde pegarle el primer bocado, le pagué y salí del local feliz como una niña con su primer chupachup que le han regalado.

No tenía muchas cosas que hacer, así que me puse el pijama de cuadros blanco y rojo, me puse los calcetines mas calentitos que tenía y las zapatillas me recogí el pelo en un sutil recogido con una pinza, aparte me desmaquille. Cuando cogí el móvil me llegó un mensaje de Leticia, me había metido a un grupo de una fiesta que había en su casa el sábado que viene.







Primera navidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora