A 10 centímetros de ti.

4. Antes De Huir

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AN: los dos capítulos anteriores tenían 9000 palabras en total. Este tiene 14000, así que cuenta como 3 capítulos en 1 porque no pude dividirlo en tres xd

Pero está dividido en partes para que no sea tan pesado. Ojalá les guste, agradezco a mi beta reader RizaValentine por ayudarme y darme ideas

espero les guste

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1. Ahora

—La próxima vez hay que traer a alguien más con nosotros. Por protección, ya sabes.

—Luz, será mejor que tú...

—Porque no es normal que cada vez que tengamos una aventura juntos pase algo terrible y estemos a punto de morir.

—No deberías estar aquí...

—Y mira que a mí me pasan más desgracias que a la adolescente promedio... Creo que hubiera encajado mejor en Los Ángeles, parecer ser una ciudad más tranquila en comparación con Gravesfield.

—Yo creí que...

—Pero hay veces en que creo que no le caigo bien a alguien allá arriba. Y creo que tú tampoco le caes bien. Y cada que nos juntamos... Es como tentar al destino, burlarnos en su rostro a que intente hacer algo. Y obviamente no le gusta eso, así que nos mandan las peores desgracias que a alguien le puedan ocurrir.

—Por favor, perdóname.

Luz miró con resignación al chico rubio. Le intentó sonreír, pero su rostro se negaba a mostrar algo más que un terrible pesar por todo lo que ocurría. Quiso sonreír por él, para alejar su mente de todos esos pensamientos oscuros que sin duda corrían por su mente, pero no pudo hacerlo. Simplemente pudo abrir la boca y hablar con toda la sinceridad de su ser.

—No es tu culpa.

No importaba la cantidad de veces que Luz le repitiese esas palabras, Hunter no terminaba por creerle. No cuando un grupo de brujos enojados estaba a punto de abalanzarse sobre ellos. No cuando ellos tenían todo el derecho de acabar con su miserable existencia y él les agradecería si lo hiciesen. Hunter se derrumbó sobre la vieja pared donde se refugiaban de sus atacantes y se cubrió el rostro con sus manos ensangrentadas, sin importarle ya el origen del líquido verdoso. Luz posó su espalda sobre la pared, colocando su cabeza en el hombro del rubio mientras intentaba pensar en alguna manera de salir de ese problema. Cerró sus ojos y Gilder, su taliamigo, se enroscaba en su cuello, listo para saltar a la defensa de su ama.

—Nada de esto fue tu culpa.

2. Antes

—¡Apúrate! ¡Vamos a llegar tarde!

—¿Tarde? Pero si la Reina Murciélago ni siquiera sabe que vamos a ir.

—No, pero Gilder tiene ganas de conocerla. Y ella a él. Ha pasado tiempo desde que un taliamigo nació.

—El cambio de horario entre la Tierra y las Islas es distinto. Probablemente lleguemos temprano.

Por primera vez en meses, Hunter era capaz de mantener una conversación con Luz por más de cinco minutos y, por primera vez en meses, se sentía bien consigo mismo. Podía caminar junto a Luz, agarrarle la mano incluso, y no sentirse abrumado por la cantidad de sentimientos en conflicto que tenía dentro suyo.

—¿Y? Mientras más temprano lleguemos, mejor. —Luz le sacó la lengua a Hunter, feliz de pasar tiempo con una de las personas más cercanas que tenía. No le importaba el tener que visitar a la Reina Murciélago, quien sin duda le haría mil y una preguntas a su taliamigo, Gilder. Si lo trataban bien, si era feliz con ella, si acaso tenía una cama de plumas de grifo solo para él y otras cosas que la pequeña serpiente respondería afirmativamente—. ¿Recordaste traer la botella de sangre de abedul?