basada en the power of the dog

Llegando al rancho Burbank

Estábamos cerca del rancho baje la ventana y disfrute de aquel pasaje, del olor, el sol y del sonido, los recuerdos venían a mi, mi infancia de como podía correr y divertirme, como podía usar pantalones, mi padre me había enseñado a montar a caballo a escondidas, había sido feliz, creí que aquia podría serlo de nuevo hasta que llegue y lo vi. Aquel hombre de la posada, ese maldito vaquero. Sabía que aquello no iría bien y más cuando vi a madre bajar verlo y ver miedo en sus ojos. Mi sangre estaba al límite jamás permitiría que mi madre sintiera miedo, que clase de hija sería si pero!tierna que alguien le hiciera daño,no de nuevo.

Mire aquel hombre con odio, pero más bien con una mirada sádica. A lo que el solo se dio a vuelta y ordenó algo a los demás vaqueros.

-ven Juliana te presentaré con las mujeres que nos ayudan en la casa, veremos la casa y lo más importante te enseñaré tu habitación. Unos minutos mas tarde llegamos a mi habitación era de tamaño medio, solo tenía la cama, un pequeño armario en la pared, un escritorio, pero lo más hermoso un mueble con unos 15 libros de pasta dura y algunos de cuero.

-tu madre me dijo que te gustan los libros. Así que busque algunos que use en la universidad espero te gusten, podemos comprar más.

- es perfecto muchas gracias, George verdad, o prefieres que te diga señor Burbank.

-no George está bien. Muestro cuarto está al frente. Dijo mientras señalaba

-crei que dormirían en el que está al lado.

-ese es de Phil, mi hermano.

-si. Ese es mi cuarto y solo yo puedo entrar ahí. Dijo una voz fuerte detrás de la joven.

-en un inicio la voz se me hizo conocida, pero esperaba equivocarme al voltear, él estaba ahí él vaquero insolente. Mientras me miraba de arriba a bajo como si buscar que no me estuviera robando nada.

-le decía que este es tu cuarto y que..

-si lo único que debes saber es que no me gusta que toquen mis cosas. Que no somos amigos ni lo seremos y que no quiero que hagas ruido, es más si no te veo merodeando por la casa, sería mejor. Lo dijo mientras entraba a su cuarto.

-ignorarlo será mejor, les párese si bajamos a comer. Dijo mientras mi mamá me guiaba. Antes de bajar entro al cuarto de Phil, vas a comer con nosotros Phil.

-no gracias descansare, además no pienso compartir la mesa con oportunistas.

-como quieras.

Mientras esperábamos a George. Dime si ese hombre te ha hecho algo madre.

-es algo grosero, pero así es él, no te preocupes si, me alegra que estés aquí.

-la comida paso tranquila y con algunas risas, los comentarios de George eran atinados y amables.

-puedo salir a recorrer un rato rancho, es bonita la vista.

-por supuesto, siéntete en casa y si necesitas algo, puedes acercarte con cualquier vaquero.

-gracias respondí, antes de salir. El aire era fresco, el sol cálido, pero no tanto como para quemarte, la brisa era algo fría, pero la vista era hermosa las montañas, las sombras en ellas y los caballos que corrían dentro del corral. Aquello me recordaba mi niñez, esa pequeña niña de 6 años estaba de vuelta. Aunque claro nadie debía saber sobre eso.

Phil

Estaba en mi habitación maldiciendo, ahora no solo tenía que soportar a esa mujer si no a su hija, pero mi mente era hábil, si quería deshacerme de la mujer, ya tenía con que pegarle , su insoportable hija, podría torturarla a ella y su madre sufriría más, hasta el punto de querer irse lo más pronto posible. La idea llegó a mi, cuando la vi acercarse a la cerca de los caballos. Habían invadido mi rancho como cucarachas buscando que comer, pero jamás obtendrían nada de la familia, mi hermano vería que se equivocó y quizá por primera vez volveríamos hacer el dúo Burbank.
Además era una joven tonta que sería muy fácil de manipular, quien sabe quizá incluso más que a la borracha de su madre. Claro que eso lo había causado yo, un poco de acoso la había vuelto alcohólica, no imagino lo que hará cuando destroce a su hija. Quizá muera antes de tiempo.