El Refugio

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La siguiente ocasión fue cuando se encontraban en el refugio.

-Me agrada ese pensamiento-dijo Barry sentado encima del escritorio donde Oliver arreglaba sus flechas a la luz blanca de una lámpara anclada al mueble.

-¿Cuál?-dijo sin observar, pero poniendo toda su atención en el velocista.

-Que exista alguien tan importante en tu vida que le dediques al menos unos minutos para preocuparte si está bien-dijo mientras balanceaba sus piernas a escasos centímetros del suelo.

-Eso me ocurre con mi equipo-respondió el rubio de forma automática.

-Creo que me pasa lo mismo con Caitlin y Cisco, somos como una pequeña familia disfuncional.

-Pero son tú familia disfuncional-murmuró levantando la vista para sonreírle.

-Así como ellos son la tuya-dijo Barry indicando al equipo Flecha, quienes los analizaban en ese momento.

-Así es-dijo girando a mirar, pero al instante todo su equipo se giró como si estuvieran realmente ocupados.

Se mantuvieron en silencio en los siguientes minutos, sin alteraciones en sus ciudades podían darse ese tiempo para conversar.

-Y dime ¿cómo te fue en la cita?-dijo el castaño con curiosidad.

-¿Qué?-el arquero se sentó bien en la silla y lo miró de frente-¿realmente quieres saber?-se veía el pánico en su rostro, lo que realmente sorprendió al castaño ¿Oliver asustado?

-Sí, no me burlaré y si te fue bien...-intentó seguir hablando, pero la mueca del rubio le dio todas las respuestas.

-Fue fatal, el tipo esperaba otra cosa.

-¿Un acostón rápido?

-Ojalá hubiese sido eso, él quería ir a emborracharnos y luego hacer un trío con una chica.

-Pensé que buscabas algo más serio-dijo con burla el velocista, ahora entendía por qué no quería decirle.

-¡Lo busco!-dijo exasperado y llamando la atención de todos-pensé que-dijo bajando la voz- no importa, él no era lo que esperaba.

-Al menos hay más peces en el mar para buscar-dijo Barry con una sonrisa amable.

-¿Tú saldrías conmigo?-dijo el arquero de forma directa, no sabía si realmente quería una respuesta afirmativa de Barry.

El velocista quedó mudo por los siguientes segundos, sin saber qué responder.

-Lo sabía ¿quién saldría con alguien con mi historial? Pero no importa-dijo volviendo a su trabajo de reparar flechas.

-Ollie-dijo suave el castaño.

-¿Te gustaría entrenar después? Tengo que perfeccionar un ataque que me enseñó Diggle y necesito alguien que si sufre una lesión se reponga rápido-dijo cambiando completamente la conversación, quizás coquetear con Barry no era la mejor de sus ideas.

-Entonces, soy tu chico-dijo con una sonrisa y sonrojándose furiosamente- quise decir que puedo-intentó corregirse, pero Oliver solo comenzó a reír.

Thea se mantenía sentada en una silla a metros de ellos, supuestamente jugando con su teléfono, pero los había estado observando. Le parecía increíble la forma en que su hermano se comunicaba con Barry. Nunca había visto esa conexión entre Oliver y alguien que no fuese de su equipo. Realmente el castaño tenía un efecto inusual en el rubio.

Eso sin contar que formaban una burbuja a su alrededor, con su propio idioma como si nadie más existiera. Lo que hacen las verdaderas parejas.

-Ellos deberían estar juntos-dijo suave la castaña mientras comenzaba a teclear en su teléfono para enviar un mensaje.

Lo que todos venDonde viven las historias. Descúbrelo ahora