【EL PRIMER CAZADOR】

Capítulo 72: Episodio 72 - Mesías contra Mesías, Parte I

Capítulo 26. Mesías contra Mesías, Parte I

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Era una noche bastante cálida, lo suficientemente cálida como para pasar la noche sobre la hierba verde. Esa noche, Kim Tae-hoon comenzó a recopilar información.

"El humo comenzó a salir del quemador de incienso de bronce dorado y se convirtió en un monstruo".

El hombre, que ahora estaba arrodillado desnudo en pantalones y ropa interior y solo vestía su chaqueta, era el primer objetivo de Kim. De hecho, era correcto decir que se recolectaban en lugar de cazar.

Para Kim, la caza era su propia determinación y, a veces, su vida dependía de ello.

Si Kim tratara con un animal que había violado a una mujer por la fuerza y ​​estaba preocupado por problemas futuros y la mató en el acto sin piedad, no se llamaría caza, sería un insulto para él que ha estado cazando monstruos.

"No, era una bestia, no un monstruo. Tigre, león, jabalí... ¡elefante! ¡También había un elefante!"

Por supuesto, Kim no tenía intención de mostrar el aire pausado del ganador, la piedad del cazador hacia el hombre.

"Entonces, ¿dónde está el quemador de incienso de bronce dorado de Baekje?"

"¿Sí?"

"¿Dónde está el Mesías a quien sirves?"

"Bueno es..."

"Si responde a mi pregunta, su vida se salvará, estoy seguro de que lo prometí". Solo había un trato que quería mantener, solo un trato con el hombre. "Te preguntaré de nuevo, ¿dónde están?"

"Bueno, no lo sé. Ella y sus Guardianes no se quedan en un lugar y siguen adelante. ¡Solo los veo cuando los Guardianes con los Estigmas vienen a recibir el pago periódicamente!"

"¿Dónde están?"

"¡Dije todo! ¡Te dije todo lo que sé! Por favor déjame vivir..."

Si respondes a la pregunta, serás salvo. En otras palabras, si no responde la pregunta, morirá.

"Estoy seguro de que la mujer que fue asesinada por ti habría cooperado contigo, hasta que muriera".

"¡Tú, hijo de puta! No querías perdonarme desde el principio... eub... eub... eub..."

Era todo lo que Kim quería hacer.

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¡Puduk! Un cuello se vio obligado a girar y el sonido se deslizó más allá de las colinas silenciosas. Era un sonido débil. Era tan débil que era difícil escuchar a menos que uno estuviera cerca.

"De verdad..." En otras palabras, escuchó el ruido y eso significaba que estaba cerca. "¿Realmente tienes que matarlos de esa manera?"

Por la noche, Kim comenzó a recopilar información. Después de secuestrar a los remanentes del Mesías en Buyeo y a aquellos que se describían a sí mismos como los creyentes del Mesías, obtuvo información de ellos y los mató a todos.

Tenía que mirar toda la escena desde un tiro de piedra. No lo hizo para molestarla. Para él, ella era un rehén, y solo necesitaba vigilarla para que no le jugara una mala pasada. De todos modos, no era una vista agradable.

"No tienes que matarlos sin condiciones". Ella, que había estado en silencio, se quejó con él.

"No tengo que matar, pero ellos tienen suficientes razones para morir. Saqueo, violación, asesinato, robo. En la ley estadounidense, no hay escasez de sillas eléctricas".