Prólogo.- el inicio del camino hacia la gloria

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Ubicación

Reino Skotos

Fecha

Día 5 del 11.° mes del año 1234

Se puede observar las calles del reino, las casas están completamente hechas con ladrillos grises, las calles parecen estar en mal estado, y justo en el centro del reino se puede ver una especie de castillo sombrío, eso junto con el cielo que comúnmente se encuentra nublado hacen sentir un aura lúgubre en el ambiente, pero a pesar de todo a nadie parecía importarle, es más actuaban como si ese tipo de ambiente fuera cosa de diario, aunque si se presta más atención en los habitantes de este reino se puede ver claramente el por qué de su actuar, se pueden observar a varios Pokémon estafando a otros Pokémon, algunos directamente están robando y muchos otros inician peleas con quien sea que se encuentren, era como si a nadie le importa en las reglas, no, más bien era como si ni siquiera existiesen reglas, de entre todos los sucesos de este lúgubre reino logra destacar uno, en una extraña panadería se lograban escuchar varios golpes, parecía estar sucediendo un gran desastre dentro de la panadería, de repente el cristal que estaba a un lado de la puerta a manera de exhibidor se rompería saliendo de el un Rookidee con una bolsa de pan, momento después un Hariyama saldría por la puerta y comenzaría a perseguir a la pequeña ave

Hariyama: ¡regresa aquí malnacida rata con alas! [Realmente molesto]

Rookidee: ni lo creas, este va a ser mi desayuno de esta semana [aumentando la velocidad de su vuelo]

Hariyama: (¡Perfecto! No pude haber pedido una mejor excusa para matar a un niño) te detendré aunque sea lo último que haga maldito mocoso [usando hiperrayo]

Rookidee: muy lento [esquivando el ataque], no le darías a un Snorlax dormido incluso aunque lo tuvieras justo frente a ti

Hariyama: cuando te atrapé lamentaras haber robado mi mercancía

El Hariyama continuaría atacando con «hiperrayo» al Rookidee el cual esquivaba todos los ataques mientras volva por las maltratadas calles, uno que otro «hiperrayo» golpearía tanto casas como a otros Pokémon, los afectados lanzarían maldiciones al aire dirigidas hacia el Hariyama mientras los demás Pokémon no le daban importancia, el Rookidee giraría entre calle y calle tratando de perder a su perseguidor pero le sería posible, poco a poco se le empezaba a complicar más esquivar los ataques pues el cansancio está comenzando invadir todo su cuerpo

Rookidee: (maldición, supongo que pasar hambre es mejor que morir por un maldito pan) si tanto los quieres ten tus panes con sabor a mierda [arrojándole la bolsa]

Hariyama: esa oferta expiró hace mucho [golpeando la bolsa de pan en el aire]

Rookidee: ya te di tus malditos panes, que más quieres

Hariyama: quiero comer Rookidee cocinado al vapor

El Hariyama continuaría siguiendo al Rookidee atacándolo con «hiperrayo», había momentos en los que se acercaba lo suficiente para poder intentar atacarlo con «Tiro vital» o «desarme» sin éxito pues el pequeño Rookidee esquivaría con gran dificultad cada ataque, después de un rato de persecución este giraría en un callejón sin salida, el pequeño se daría la vuelta para intentar continuar huyendo pero al darse la vuelta vería al Hariyama bloqueando el camino

Hariyama: fin del camino

Rookidee: por favor perdóneme por intentar robarle, tenía mucha hambre, no he comido en casi dos semanas

Hariyama: tus problemas no me importan en lo más mínimo, ni a mi ni a nadie más [tronándose los nudillos]

Rookidee: mierda, de que me sirve ser un Pokémon volador si ni siquiera puedo salir de este tipo de situaciones

El caballero de la desesperación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora