Tras un largo día de entrenamiento con sus cachorros recién horneados. Un pelirojo de alta estatura se pasaría por los pasillos del palacio de pastel, su mirada seria
y su enorme brazo monstruoso lo hacían ver cómo alguien intimidante y de respeto.Pero toda aquella apariencia de autoridad y de seriedad se esfumó tan pronto entro a su habitación, cambiando su rostro serío a uno de tranquilidad y cansancio. Cansado de siempre hacer la misma rutina cansada todos los días, levantarse, desayunar, hornear a su ejercicio de bestias de pastel y luego entrenarlos, era algo ya estresante.
Se estiró tan pronto se alejo de su puerta para después derrumbarse en su cómoda cama, su cuerpo se estaba relajado y su respiración también, de no ser porque se dio cuenta de algo.
—¿¡CHIFFON!?— levantó su mirada tan rápido como pudo para observar toda su habitación.
—¡ESTOY AQUÍ! ¡VAMOS CHICO SAL!— Dijo con casi gritando. Al notar que su compañero no se encontraba en ahí, salió corriendo de su habitación con desesperación, no podía creer que se haya escapado de nuevo.
Chiffon era más que solo un can, es su amigo, su hermano... Estuvo con el desde el día que salió del horno y desde que su maestra le dio el brazo de pastel, supo que estaría fuertemente conectado al pequeño perro de pastel.
Tras una pequeña búsqueda del pequeño perro, logro identificar un ladrido de este en una habitación. Corrió hacía está para encontrarse con el can jugando y mordiendo las sábanas de la cama.
El pelirojo suspiro de alivio al encontrar a su compañero en buen estado, una pequeña sonrisa se hizo cuando miro los torpes movimientos del perro al intentar sacarse las sábanas de encima.
—¿Quieres una ayuda con eso?— Pregunto mientras se acercaba al pequeño pastel para ayudarlo a salir de esa situación.
Con el más mínimo cuidado, saco las patas del canino para después con su única mano normal, sostenerlo, una gran sonrisa ahora se hizo cuando sintió las lengüetadas del cachorro en su rostro, intentando quitar al can de su cara pudo observar más el cuarto donde estaban, miro a su alrededor y noto que era un lugar muy desordenado, varias cosas tiradas y las paredes muy descuidadas, la mayoría de las cosas que se encontraban en el suelo eran cosas ya rotas, como unas tijeras, un marco de foto que no tenía ninguna foto, vendas con sangre seca (de hace ya mucho) y fragmentos de cristales tirados... ¡Espera! ¿Cristales tirados?
Levantó la mirada para encontrarse con espejo roto enfrente de el, la parte superior en donde se supone que está el rostro estaba completamente destruida, apenas podía ver el suyo, pero todo el resto estaba completamente intacto, seguido mirando el espejo observando su figura con curiosidad, pudo mirar su mano gigantesca y su largo cabello rojo y negro, pero lo que más lo "asqueo" fue mirar su delgada cintura, está era mucho más delgada de lo que un comandante que se respeta debería tener, midió está con su mano de pastel y pudo ver cómo está le quedaba a la perfección, incluso sobraba, suspiro con algo de coraje, no quería tener esa apariencia, ningún soldado de la oscuridad que es temido por una orden completa debería de verse haci.
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𝐂𝐈𝐍𝐓𝐔𝐑𝐀||𝔇𝔞𝔯𝔨𝔙𝔢𝔩𝔳𝔢𝔱||ᑕᖇK
FanfictionEl odiaba su cuerpo, en especial su cintura. era tan delgada que su mano monstruosa podía sostenerla. por otro lado, un peli negro la adoraba y le encantaba la forma de esta. ♕︎}lol es solo un one-shot ♕︎}contenido no apto para sensibles o menores d...