Cap L: Amy

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12 de agosto de 2022


Al abrir lentamente los ojos sabe que está despertando de una larguísima siesta. Nani está durmiendo a su lado. El cielo ya está parcialmente oscuro. Al ver su celular sabe que la hora se le ha pasado más rápido de lo que esperaba.

-¿Gabo? Gabo ¿ya llegaste? – pregunta Patty en voz alta.

-Sí. Aquí estoy. ¿Qué onda? – pregunta Gabriel abriendo la puerta de la habitación de su hermana menor.

-¿Por qué chucha no me despertaste apenas llegaste? ¿Se te olvidó que tengo que ir a comprarle comida a la Nani? – pregunta Patty frustrada.

-O sea, no se me olvidó, pero te vi profundamente dormida cuando llegué. Imaginé que habíai' quedado cansada con educación física. Además, no es tan grave tampoco, podí' ir mañana temprano.

-Hueón, le queda pa' esta noche y na' más.

-Por eso te lo digo po. Vai' mañana temprano. Por una mañana que no coma no le va a pasar na'. Recuerda que tiene que ir en ayunas pa' su esteliri... esterileci... esterilidi... ¡Aahh!

-¡Esterilización ahueonao! No sé cómo chucha te iba bien en lenguaje.

-Esa misma hueá.

-Soi' como el hoyo. Se supone que somos un equipo en el cuidado de la Nani. Ya culiao, vira de aquí que me voy a cambiar ropa.

-¿Me estai' hueviando que vai' a ir igual?

-Obvio que voy a ir. Y más te vale que mañana me apañí', pa' que la Nani sienta que los dos la queremos.

-Oye, ¿y no que te iba a acompañar tu novio?

-¿Qué novio? Agilado.

-El tal Fausto po.

-No es mi novio, y no, no me podrá apañar, le salió un imprevisto. Y vira que aquí si no querí' que te tire un cojín.

-Tírame el de tu Colo Colo, yo le pongo la estrella de navidad como consuelo por la que les quitamos el año pasado – dice Gabriel con gracia huyendo rápidamente evadiendo el cojín. Patty no tarda en recogerlo, volver a llevarlo a su cama y cerrar la puerta. ¡No hay tiempo que perder! Se cambia de ropa rápidamente, vacía su mochila y cuando está a punto de emprender su camino Gabriel la detiene... – Patty, espera un poco. ¿Querí' empanadas de queso? Pa' celebrar que es viernes.

-¿La pulenta? ¡Ese es mi hermanito!

-Tss. Ahora me echai' flores. Patuda nomás, toma – dice Gabriel pasándole su tarjeta de cuenta RUT – mi clave ya te la sabí'.

-Pero ¿a dónde compro?

-En la esquina de Santa Rosa con Isabel Riquelme hay un local donde venden productos congelados – dice Gabriel.

-Ah. Vale, ya cacho donde es. Oye, pero ahí venden masas pa' freírlas po, no vienen listas – dice Patty.

-Pero vele el lado positivo. Si estuvieran listas se enfriarían en el camino de vuelta, y los dos sabemos que las hueás recalentadas son malas. Acá las freí' y las comemos recién hechas.

-Corrección culiao, las vamos a freír. No soi' na' tu nana.

-Ya oh. No seai' tan picota. ¿Vai' a ir en micro supongo?

-Obvio po, es mejor que vaya luego donde la tía Montse antes que se haga más de noche – dice Patty. Gabriel la observa hacia abajo, hay un detalle que no había notado...

-Oye, ¿cómo vai' a ir con esos jeans tan ajustados?

-Pero hueón. ¿Qué tiene de malo?

-Te pueden acosar en la calle. Anda a ponerte algo más suelto.

Sexo sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora