Capítulo 40

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Narrado
2 semanas después

Estaban sentados en el comedor tomando café, apenas eran las 3 de la tarde, el día seguía claro y el clima magníficamente calido para estar cerca del invierno. Charlaban de cosas sin sentido, reían y disfrutaban de un momento en paz juntos, pero como todo en esta vida, lo bueno duró poco. El celular de Arianna interrumpió varias veces antes de que un golpe fuerte sonará en el portón.

???- ARIANY!!- Se escuchó segundos después una voz grave y profunda notablemente enojada.

De inmediato Isabella, Robert y Margaret se levantaron de la mesa para dirigirse a la puerta, aunque los mayores fueron detenidos con firmeza por la joven.

Isabella- Quédense adentro...- Susurró tratando de no vomitar por el olor tan fuerte de aquel individuo.

Robert- ¡Ni lo pienses!- Gruñó con cierto enojo- ¡Estas loca si piensas que vamos a dejar que vayas sola!- Volvió a decir cuando la menor no se detuvo y los empujó levemente más adentro en la casa.

Margaret- Voy a llamar a la policía- Dijo firme.

Isabella- No van a hacer nada Meg... Por favor, quédense aquí- Pidió amable aunque su cuerpo hervía, literalmente.

Arianna- Isabella deja que llame a las autoridades- Le casi ordenó acercándose.

Isabella- Sabes que no va a funcionar, o me equivoco?- Preguntó con una sonrisa sacando sus alas y dejando que las estelas de enojo se apoderaran de sus ojos.

Arianna- No te mueras...- Susurró cerrando la puerta.

Margaret- ¿¡Que haces!? ¿Te volviste loca tú también?- Le preguntó alarmada sin entender su comportamiento.

Arianna- Sabemos que la policía no va a hacer nada, nunca lo hace- Dijo sin más mirandola con seguridad, notando como el semblante de su madre cambiaba poco a poco.

La conversación siguió mientras que fuera de la casa Isabella abría el portón despacio y con tranquilidad.

Isabella- ¿Que se le ofrece?- Preguntó entre dientes seria mirando a un hombre alto, contextura musculosa, de tez morena y ojos extrañamente rojos, con un olor penetrante a petróleo.

???- ¿Donde esta Ariany?- Preguntó con notable disgusto.

Isabella- Aquí no vive ninguna Ariany, se ha equivocado- Respondió seca a punto de cerrar la puerta, pero la mano grande y pesada del hombre la detuvo con fuerza.

???- Esta es mi casa, creame señorita, no me eh equivocado- Dijo recalcando la palabra señorita con burla.

Isabella- Por favor señor, retire su presencia de mi casa- Habló severa cuando aquel hombre puso un pie dentro del corredor.

???- No tengo que hacerle caso a una niña- Dijo rápido tomando el brazo de Isabella para sacarla de su paso, pero no la movió ni un centímetro.

Isabella- Quite sus manos de mi y salga de mi casa, voy a llamar a la policía- Amenazó como lo hubiera echo Robert o Meg, debía tratar de usarlo alguna vez en su vida.

???- No me haga reír y quitese- Habló con sarna mirado algo sorprendido a la menor por su fuerza.

Isabella- Le estoy diciendo con amabilidad que se retire, hagalo- Volvió a decir tomando la muñeca del hombre con su mano libre y apretando con fuerza.

???- ¿O si no que?- Preguntó con una sonrisa burlona, apretando más su agarre.

Isabella- No me provoque, por su bien- Respondió mirándolo a los ojos, que podía jurar estaban celeste por las estelas.

El Diario De Un HendrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora