Si encajas en mi lista - Yoonseok

5. Dominante

— ¿Cuánto tiempo más debo fingir que duermo? — preguntó Hoseok acariciando las manos del mayor que rodeaban su cintura.

— No lo sé, ayer le dije a Nam que tu y yo no iríamos a trabajar — respondió tranquilo, escondiendo un poco más su nariz para sentir el aroma del menor.

— Hey, ¿por qué hiciste eso? Trabajo y relaciones amorosas a parte Yoon — negó el menor, sin apartarse, en el fondo le gustaba la idea de pasar todo el día al lado del mayor.

— Me acompañaras a una junta, quieren alumnos que están a tu cargo, por lo que siento que lo mejor es que tu conozcas a las personas y le des un vistazo a los contratos — murmuró —. La reunión es después de medio día, debemos aprovechar antes de que Kook venga a molestar — añadió cerrando sus ojos.

Hoseok asintió, cerrando sus ojos.

— Quiero besarte — habló mientras se acomodaba.

— Lo que desees, tu mandas y yo obedezco — respondió comenzando a besarlo, en medio de una sonrisa que soltó el menor.

Se separaron al escuchar la puerta ser tocada tres veces.

— Según Sheldon les estoy dando tiempo a que se suban los pantalones — habló Kook al otro lado de la puerta.

— No nos los vamos a subir, estamos en la primera ronda — habló Hoseok con una sonrisa.

— Demasiada información, ya me voy a trabajar, nos vemos más tarde — después de eso se escucho como bajaba por las escaleras.

— Lo educaste muy bien Yoon, es un joven guapo como tú, es tan tú pero más joven — menciono el menor.

— No es por presumir, pero si, al menos le dijo a nadie más mami y se dejó inyectar después — sonrió.

— Perdón por no aceptar vivir todos esos momentos contigo — se disculpo acariciando la mejilla del pálido.

— No tienes por qué pedir perdón, no era tu responsabilidad, no te podía obligar a vivir todo eso, respete tu decisión, no me arrepiento de haber criado a Kook, aunque eso significó perderte, tampoco de las decisiones que tomamos, al final del día eso nos llevaron a lo que somos ahora — respondió sonriendo.

— Por eso me gustas tanto — confesó, subiendo a sus piernas, acomodandose.

Se acercó comenzando a besarlo despacio, Yoongi correspondió, llevó sus manos hasta la cintura del menor, no deseaba bajar más sus manos, era demasiado tentador esa posición, Hoseok lo noto, tomando las manos de Yoongi, llevándolas a cada lado de su cabeza psra que las dejara quietas.

El pálido a pesar de ser un alfa, le gustaba cuando Hoseok tomaba la iniciativa, cuando parecía ser el quien llevaba el rumbo de lo que hacían, lo cual era siempre, ya que el respetaba mucho los tiempos de Hoseok, al igual que el menor los suyos.

En esos doce años separados, cada uno entendió, que quizá los hilos rojos si existían, pues a pesar de estar separados por miles de kilómetros se seguían penando.

— ¿Tomarías una ducha conmigo? — preguntó Hoseok sonriendo.

— ¿Estas seguro? — habló Yoongi sin dejar de verlo.

— Es solo una ducha, controlate — sintió el aroma de felicidad de Yoongi —. De verdad controlate — repitió dejando suaves besos en sus labios.

— Voy a tomar una ducha con un omega tan bonito como lo eres tu, no puedo controlarme — murmuró Yoongi sin dejar de verlo.

— Entonces no tomemos una ducha juntos — respondió Hoseok mientras se ponía de pie.

— Dominante, me gusta que tengas el mando de esto — lo detuvo subiendolo a su regazo.

— Tu me gustas a mi Yoon — respondió Hoseok sonriendo, comenzando un nuevo beso.

Sentía las manos de Yoongi en su cintura, le tomó por sorpresa cuando el mayor se puso de pie, cargandolo para llevarlo al baño, sin dejar de besarse ni un solo momento.

La habitación olía bonito, sus aromas combinados se sentían demasiado bien, Hoseok comenzó a retirar la ropa de Yoongi, viendo con atención en la marca de nacimiento, aquella que había visto una vez.

— ¿Pasa algo? — murmuró Yoongi, para después dirigir su mirada a donde Hoseok veía —. Mi madre decía que esas marcas son poco comunes, que sólo las llevan quienes están destinados a encontrar a su alma gemela en esta vida — explicó el mayor llevando las yemas de los dedos de Hoseok para que pasarán por la marca.

— ¿Yo soy tu alma gemela? — preguntó Hoseok sin dejar de verlo.

— Si, aunque no tengas una marca igual, se que eres mi alma gemela — respondió con seguridad.

Hoseok asintió, comenzando a desvestirse ante la antena mirada de Yoongi, quitando por último las prendas superiores.

El pálido veía por primera vez la marca de nacimiento de Hoseok la que revelaba era un omega y la otra, un peculiar lunar en forma de sol, que de alguna forma complementaba la luna que tenía.

— Todo este tiempo estaba seguro que volvería a encontrarte, estaba en nuestro destino, ya no quiero huir de él como lo hice hace años Yoon — murmuró acercándose un poco, abrazando al pálido por el vuelo sintiendo calidez de la piel desnuda.

— Estaré aquí siempre para ti mi bonito omega — habló antes de pasar sus manos por la cintura del mejor, para acercarlo un poco más y comenzar a besarlo despacio.

El destino y el amor los había vuelto a unir, esperando que ya nada los separara.