Capítulo 20 : Mis ojos amarillos se resisten a cambiar.

1.3K 127 2
                                    

Miraba en techo con ganas de que el mundo me devorase de una vez, no tenia ganas de mantener más mi existencia. Estaba ya cansada de todo. Sentía que era demasiado egoísta, pues lo que me había sucedido era demasiado increíble, pero desearía que nadie pasase por todo por lo que estoy pasando yo en estos momentos. 

Uriel y Benjamin me estuvieron explicando más sobre los oscuros y que, hablando con el resto y llevando el comunicado a Kragno, habían decidido que no me iba a expulsar por tener ahora los ojos amarillos. Pronto iba a ser Enmalbi, y no estaban para perder mas guerreros. 

Por otro lado, yo no había mencionado palabra de la chica oscura, Bea, que estuvo el otro día aquí con Leo. No era de mi incumbencia, por lo que decidí callar. No es por serle leal a nadie, simplemente es que ellos mismo deberán de descubrir lo que suceden entre ellos. Según lo que dijeron ellos, Enmalbi debía acabar por que no tenia mucha utilidad, pero como he dicho, no me incumbe. Ni si quiera me preocupaba que dos oscuros, uno de ellos profesor, se están paseando por sus anchas en la isla de los guerreros. 

Mire a mi  reloj y vi que marcaba las 11:00 de la mañana. Estaba en mi habitación tumbada en la cama., con esfuerzo me levante y comencé a cambiarme de ropa para poder asistir a la nueva clase de entreno...pues la guerra sería en breve, según el diario "celestial".

Llevaba días encerrada en mi cuarto, e parte asustada, por otro lado enrabiada. No sabia como iban a reaccionar los demás frente. mis nuevos ojos. Estos ahora eran una mezcla entre verdes y amarillos, plan iban alternando el color según el sentimiento que estaba florecido en mi. Sobretodo tratando de riais, mis ojos se volvían de un feroz amarillo...y luego se volvían normales...y luego otra vez amarillos...así en un sin fin de sensaciones. 

A veces me agobiaba, sobretodo cuando me comía la cabeza, repitiendo una y otra vez las ultimas horas antes de volverme oscura. Todo lo que pase en la isla de los oscuros, inútil d Eno ver cuando fue que me envenenaron. 

Gruñi de rabia e impotencia.

Esto daba asco. Me quedé esas dos horas sentada frente al espejo. Observando como los cambios de humor era lo que cambiaban de color mis ojos.

Normal...normal, enfadada...amarillos.

Para Sam era permanente.

Lo último que le he hecho a Sam a sido golpearlo, no se si se lo merecía o no, pero nose...la confusión me inundaba.

Tenía miedo. Miedo de perder la cabeza. Miedo de ser poseída. Benjamin se había ahorrado la parte de decir que te puedes convertir en uno de ellos.¿¡¿Como leches no me di cuenta!?! Por mas que le diera vueltas no lo llegue a ver nunca.

Me desquiciaba por segundos. Podía haberlo evitado. Podía haber estado más atenta. Podía haber hecho muchas cosas, pero ya no sirve pensar tanto. Lo pasado, pasado esta. 

Luego pensé en Ust. A pesar de que ese chico era una de mis mejores imaginaciones tengo que decir...que tiene mucha personalidad propia. A veces no estoy segura de que no exista. Lo presiento cerca en los momentos difíciles, pero se mantiene oculto.

La ropa que llevaba ahora trataba de una simple. De latex. De color azul y de una textura lisa. Me coloqué mis bambas negras y camine veloz al notar como la sangre me ardía de nuevo.

Llevaba dos santos días sin comer nada y mi hambre había crecido desde entonces. Y mi cuerpo solo me reclamaba dos cosas en ese momento.

Sangre o hielo.

Bajé veloz y me diriji al comedor donde seguro que encontraría algo de comer.

Observé con detención el comedor, descubriendo que la pared del fondo se cubría de electrodomésticos.

Alma de dragón:Hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora