Extra

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Después del museo Naruto y su padre fueron a un restaurante a desayunar. Era medio día, así que estaba bien.

Minato le hablaba ilusionado de todo lo que le pareció maravilloso en el museo, Naruto sonriendo escucho a su padre era divertido verlo en ese modo. Después de unos minutos llegó su madre, ella y su hermana menor Naruko estaban de shopping ellas no querían ver un museo "aburrido" se separaron en el camino prometiendo encontrarse en el restaurante donde estaban, al llegar Kushina sonrio beso a su esposo y tomo asiento a su lado.

—¡kushi! ¡hubieras visto era maravilloso!— mientras Minato le relata a su esposa todo lo que vio.

Naruko hablaba con su hermano.

— El fin de semana habrá una fiesta de bienvenida para los de la facultad ¿Puedes ir conmigo?, papá y mamá no me dejaran ir sola.

Naruko le hizo ojitos tiernos la debilidad de su hermano mayor, este intento ignorarla, no le gustaba mucho salir sus pasatiempos solo era estar en casa y ver películas en Netflix o escuchar música mientras lee historietas. Si es sincero tener 23 era un fastidio, ser adulto no iba con el. Además tenía trabajo al siguiente en el restaurante Ichiraku.

Pero su hermana le miraba tan esperanzada, ella apenas estaba en la universidad y pronto cumpliría 18, era una chica risueña y algo atolondrada, le encantaba salir de fiesta con sus amigas y siempre lo terminaba arrastrando en sus locuras.  Suspiro derrotado, nunca le diría que no a su hermana.

—Bien.

—¡Yupi!

Por la noche su hermana le ayudó a arreglarse, según ella lucir el hermoso cuerpo que tenía, se doncel también era tedioso, a él no le gustaba este tipo de ropa, era más de traer vaqueros y playeras con algún estampado chistoso, o vestuario una sudadera naranja; la favorita que le regaló su abuelo.

Ahora si parecía una chica y no lo era, incluso su hermana le puso maquillaje.

—Lindo pero así no ire— sentencio.

Naruko le frunció el ceño — estas bonito hermanote, mírate... levantarás pasiones... — le dirigió una sonrisa pícara.

—Lo único que quiero levantar es mi ánimo para ir al trabajo mañana. ¿puedo llevar un libro?.

Naruko abre los ojos asustada, inspecciona a Naruto. ¿¡quien es este alien?!. Naruto en su vida le a gustado leer más que sus series pero termino asintiendo.

—Bi-bien... ¿de qué es?

—Solo es un cómic, salió el nuevo volumen de mi manga y quiero leerlo, mientras tu te diviertes yo te cuido de lejitos-ttebayo.

—hermano  terminarás quedándote solo y con un montón de gatos si no conoces gente nueva.

—¡Menos problemas!, soy un doncel sencillo. ¿Nos vamos?

—Si deja me pongo mis zapatos— sus tacones de punta alta lucían bien con su vestido corto no tanto, naruto nunca dejaría que su hermana mostrara más de lo que debía. —No puedo caminar con esto.

—Trae te enseño como hacerlo... — le quito los tacones y se los puso el — mira, es punta, tacón, punta tacón... ¿ves?

.

.

.

Estando en la fiesta, Naruko buscó a sus amigos mientras Naruto algún rincón adecuado para leer en calma, se sentó un poco alejado del bullicio de la gente la música del momento sonaba a todo lo que daba lástima que no fuera de su agrado.

Abrió el libro y lo hojeo un poco hasta llegar en el capitulo que se quedó.

Itachi miraba desde lejos al rubio, lo reconocía, ¿cómo no hacerlo?. Lo vio entretenido y haciendo gestos mientras leía. Sin saber que le impulsó fue hacia el.

inevitable despedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora