Fué un dia de mierda, los recuerdos de aquella noche no paraban de volver a mi cabeza, y por mucho que los intetase bloquear entraban por los pequeños huecos que encontraban. Por eso en ese mismo instante estaba con Mite, sentada en la cafeteria de la facultad a la hora de comer. Mite era mi amigo del alma, el cual le contaba todo, no nos escondiamos nada, o eso pensaba.
-Oye, despierta- Me dijo mientras pasaba su mano por mi cara para sacarme del trance en el que había entrado.-Tierra llamando a Alice. Uno dos, uno dos...
-Callate! Ya está- Le corto bromeando para que pare de hacer el ridiculo y él me mira serio.
-Estás muy callada y seria desde que murio tu hermano.- Esas palabras me sonaron como una apuñalada. Hablaba de mi hermano, el que murió o asesinaron, detrás de un club nocturno. Un caso que por faltas de pruebas incriminatorias nadie fue a prisión.
Me dolió el hecho de que mencionase a mi hermano como si nada, me dolió el hecho de que lo dijese sin pensar. ¿Es que él no sabía que yo me encontraba mal? ¿Es que no me veía cada dia, o en aquel momento?
"Mite no quiería herirte, ha reaccionado así porque le preocupas, no te haría daño de esa forma." Me dije para dejar de pensar en eso, yo estaba sensible en ese momento.
-A ver, que entiendo perfectamente cómo te sientes y que no vas a poder sonreir durante todo el dia, pero solo intenta no pensar tanto en eso, ya hace tres meses. Y además eres adolescente, te mereces ser feliz durante al menos un dia de tu puta mierda de adolescencia.-Tras decir eso me sonrió.-Tengo una idea, ¿porqué no mañana quedamos por la tarde en mi casa para ver una pelicula?
-No se...- Le dije algo incomoda. Realmente no tenía fuerzas para hacer nada esos dias.
-Vamos, cómo en los viejos tiempos.-Me insistió él.
-Ok.-Le digo finalmente. La idea seguía sin convencerme, pero tenía que hacer algo con mi vida.
-¡Bien!- Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Después de eso nos despedimos, porqué era la hora de la siguiente clase, y nos tocaban clases diferentes.
***
-Cariño, ¿cómo te ha ido el día?-Escuché a mi madre gritar desde la cocína, mientras entraba por la puerta principal.-Quitate la botas, que las tengo que lavar. Llevas mucho tiempo utilizandolas.
-Génial mamá, gracias. En clase nos han puesto un examen para el martes.-Mentí descaradamente, no me gustaba mentir a mi madre, pero debido a las circunstancias no me atrevía a contarle la verdad. Seguidamente me dirijí a las escaleras pero ella me detuvo.
-Cariño, ven, prueba el guiso que estoy haciendo.-Estuve a punto de responderle que no tenía ganas, pero me percaté que era la primera vez que no la veía deprimida o llorando en varias semanas. Así que asientí y fuí para allá.
Probé un poco, estaba asqueroso, a mamá nunca se le dió dado bien cocinar, por eso siempre lo hacian mi hermano o mi padre, pero cómo en ese momento mi hermano estaba muerto, y mi padre un dia decidió irse y no pasar nunca más por casa, solo me quedaba la opción de poner mi mejor cara, y decirle a mi madre:
-Mamá está muy rico, pero le falta un poco de sal.
Ella asintio y yo subí las escaleras e intentabé olvidarme de todo.
Mientras subía las escaleras me fijé en todas las fotos que habia de mi hermano, me fijé en todas y cada una ellas. Mi hermano aprendiendo a ir en su primera bici, mi hermano en su cumpleaños número 5, mi hermano con mis dos abuelos, mi hermano jugando a futbol, mi hermano, mi hermano, mi hermano... En casa todo era mi hermano, Zack, ese es su nombre, el nombre que mamá no se atrevia a pronunciar desde que murió, el nombre por el cual yo lloraba.
Llegué a la habitación y me tiré en la cama, abrí mi ordenador y lo primero que hice fué ponerme a mirar twitter, la verdad nunca me habian gustado las polemicas, pero la verdad en ese momento prefieria ver las desgracias agenas, que sumergirme en mi propia mierda.
Ya llevaba un buen rato mirando diferentes sitios y páginas web, y de golpe ví una noticia sobre Zack, en el periódico del pueblo, una noticia que de titular ponia: "Zack Harrys muerto o assesinado?". Empiezé a leer toda la información y me dí cuenta de que en realidad únicamente eran chismes y rumores, lo típico de la gente de mi pueblo.
Pero me puse a pensar: ¿Y si en realidad todo el lamento de mis padres se pudiese solucionar?
Pero volvieron, volvieron las imagenes que con tanto esfuerzo intenté borrar de mi mente, las imagenes que me volvieron loca por las noches, las de mis pesadillas. Las ignoré con mi máximo esfuerzo y me puse a mirar un vídeo documental de las serpientes más venenosas del mundo. Siempre me gustaron las serpientes, me parecian un animal fascinante, me gustaba la manera en que se deslizaban, la elegancia que tenian, esos colores vivos que te hacian querer tocarlas, te hipnotizaban.
Me desperté de golpe con los gritos de mi madre, debí haberme quedado dormida mientras veia el documantal, ya que la pantalla estaba apagada y cuando la intenté encender me dí cuenta de que se apagó por falta de batería. Miré mi telefono y ví que eran las 8:39 de la tarde.
Y volví a escuchar los gritos de mi madre, pero esta vez me dí cuenta de lo que estaba diciendo.
-¡NOO! ¡POR FAVOR, A MI HIJO NO!-Me levanté rápidamente asustada. "Otra vez no...", pensé.
Siempre tuvo esos deslices de realidad, aún que se incrementaron mucho desde que Zack murió. Los médicos decian que no era esquizofrenia, pero que tampoco podian hacer nada.
Bajé las escaleras corriendo y ví la figura de mi madre sujetando una lampara, mirando hacia una ventana donde no habia nada, todo estaba oscuro. Y con voz calmada para no asustarla le dije:
-Mamá. Hola, soy Alice, tu hija.-Ella me miró con la cara asustada.
-¿Ves eso? ¡Allí!- señaló la ventana con mirada horrorizada, sin escucharme completamente.
-Mamá, allí no hay nada.-Dije llendo hacia allí con pasos cautelosos, y cerrando las cortinas.
-Estás segura?-Me dijo desconcertada, no me creía.
-Si, mamá. No hay nada, nada persigue a Zack- Al decir la ultima palarba me arrepentí inmediatamente.
-¡No pronuncies ese nombre! Ese nombre no existe, no es nada.-Dijo como una loca moviendo la cabeza de lado a lado.
-No, no. Perdón.-Negé con voz arrepentida.
Cuando se tranquilizó un poco más me acerqué a ella y la acompañé hasta su habitación, donde se sentó en la cama, para después estirarse y dormir.
Bajé a la cocina y cojí el guiso que preparó unas horas antes. Estaba asqueroso, pero mis dotes para cocinar eran peores que los de mi madre, así que simplemente me lo serví y empezé a comer.
Lavé los platos, dejé las botas al lado de la lavadora, subí al baño a cambiarme, lavarme los dientes y descansar.
Fué un dia de mierda.
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Tu culpa
Teen FictionAlice Harrys, una chica de un pueblo tranquilo. Llamada por todos "La hermana del muerto", "Puta", "Golfa" o simplemente la desprecian únicamente por un video que rodó por internet. Mite Hardell, su amigo del alma, un chico apuesto, introvertido y m...