Corazón de Piedra

Capítulo 12: Oliver

Me quería. Ahora me siento aun peor. Aleje de mí a una de las personas que más me querían en este mundo. Y todo por no hablar con ella. Por tomar la vía fácil. Por no preguntarle si ella quería cambiar y recorrer ese camino junto a mí. La dejé atrás, y aún peor, le destrocé el corazón. Ni pensar que hacía unos años yo me di cuenta de que fue mi primer amor y que aun estaba enamorado de ella. Era probable que ya no me quisiera, y menos ahora después de todo esto, pero se lo diría, así ya me quitaría todo ese peso de encima. Y entre lágrimas, me acerqué a ella y rodeé sus mejillas con mis manos.

— Haru... Se que es tarde, pero hace unos años me di cuenta de que te amo. Estoy enamorado de ti. Por eso he querido volver, para solucionarlo todo y, pasase lo que pasase, sacarlo todo y quitarme esta carga de encima. Sé que es abusar de tu confianza pedir que me perdones pero, si algún día lo haces, ¿me darías una oportunidad?

Ella puso sus manos sobre las mías y las aparto. Se secó las lágrimas, cogió aire y soltó un fuerte suspiro. Acto seguido se levantó y salió de la habitación, no entendía bien que estaba pasando, minutos después volvió con una caja de madera entre sus manos. Se arrodilló de nuevo delante de mí.

— Yo ya no puedo amar, Oliver. Solo puedo sentir amor familiar, fraternal, empatía... Si algún día te perdono te puedo dar mi amistad, pero no mi amor. Encontré un libro en casa de mis padres, un libro sobre hechizos y rituales, y decidí hacer uno para sacar de mi el amor romántico, así jamás podría enamorarme ni sentir amor por nadie, por tanto lo que hice fue arrancarte literalmente de mí.

No entendía nada de lo que estaba diciendo. ¿Acaso eso era posible?

— ¿Qué dices?

— Se que suena a cuento, pero es verdad. Dime, Oliver, ¿de verdad quieres mi amor? — Él asintió.

Puse la pequeña caja de madera en sus manos.

— Aquí tienes mi amor. Cuando acabé el ritual, de forma inmediata deje de sentir nada por ti, y una pequeña piedra roja en forma de medio corazón cayó en mi regazo. Es capacidad de enamorarme y amar, pero sobre todo es mi amor por ti. Toma, te lo doy.