32. Juego concluido

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Pov Poché

Los días habian pasado, nuestra familia había recibido la noticia de que oficialmente somos novias, muy felices, diciendonos que ya era hora, además el campeonato se había retomado con los partidos restantes , lo cual me tenía con sentimientos encontrados, con Daniela habíamos asistido al partido de semifinal y nos causo mucha emoción ver a nuesro equipo pasar a la final que era dentro de muy poco, me ponía muy triste el hecho de que nos fueramos a perder ese partido cuando me había esforzado mucho preparándome para el campeonato, pero de cierta forma lo entendía, la vida a veces funciona de formas que no lo esperamos, pero todo tiene un proposito.

Por otr parte, hoy por fin le daban el alta a mi mamá y me sentía muy feliz por eso, porque podría volver a nuestra casa, aún quedaba mucho camino por recorrer y ella tenía muchas cosas por sanar, pero ya nos encontrabamos más cerca de lograrlo.

—¿Lista gordi?— Preguntó Daniela tomando las llaves para salir del apartamento.

—Si, ya quiero que vea como preparamos todo para su llegada, solo quiero que se sienta cómoda y que por fin pueda sentirse en casa, pasaremos por Vale ¿cierto?— Pregunté con emoción

Finalmente se habían tardado más tiempo en darle el alta y mientras ella seguía ahí, yo iba cada día a verla, cada día era un avance para ella y poco a poco volvía a sentirse un poco más como mi mamá y no como una extraña, durante ese tiempo aprovechamos junto a Vale para redecorar la casa y volverla más acogedora para nuestra mamá con la ayuda de Daniela y Mafe. Además de eso, hoy junto a mi novia, teníamos control para ver como ibamos respecto a nuestro estado físico, yo sentía que había progesado bastante, me sentía cada vez mejor, ya no sentía que era un esfuerzo inmenso trotar pero aún así me estaba tomando las cosas con calma, no quería hacer un sobreesfuerzo y retrodecer todo lo que ya había avanzado.

—Si amor, la llame hace poco y me dijo que ya estaba lista, mientras nosotras vamos con el doctor, ella ira por tu mamá. — Respondio besando el dorso de mi mano.

Aseguramos la puerta del apartamento y bajamos para irnos hasta el carro, Daniela se subio al lado del conductor, mientras yo tomaba asiento como copiloto, coloque música e ibamos cantando muy animadas camino a recoger a mi hermana. Al llegar a mi casa, le envie un mensaje a Vale y salio rapidamente para subir al carro y traía un peluche y unos globos con ella, para llevarle a mamá.

—Hola cuñada, hola Poch ¿Cómo están? — Pregunto Valentina acomodando las cosas en el asiento trasero.

—Muy bien Vale, solo un poco nerviosa, porque hoy conozco oficialmente a mi suegra, pero estoy emocionada porque por fin le darán el alta y nos alejaremos del hospital. — Contesto Daniela y yo las mire entrenecida, amaba la relación tan cercana que tenían ambas.

—De eso ni te preocupes Dani, mi mamá te va a amar, estoy segura ¿Saben? Aún no me acostumbro al hecho de que mi mamá esa viva, todas las noches cuando me voy a dormir me aterra el imaginar es que esto es un sueño y que cuando despierte me daré cuenta que en realidad todo sigue como antes, sin mamá aquí — Confeso Vale mientras Daniela encendía el carro para irnos al hospital.

—Yo creo que es normal sentirse así, a mi también me pasa, me sigue pareciendo irreal pero a la vez siento que fue el mejor regalo que nos pudieron dar, una segunda oportunidad con nuestra mamá. — Contesté y volvi a encender la música en el carro.

El resto del trayecto hacia el hospital lo pasamos cantando y bromeando entre nosotras, no era un trayecto demasiado largo, pero se me hizo aún más corto por el hecho de ir con ellas. Al llegar al hospital, Daniela nos dejo a Valentina y a mi en la entrada, mientras ella estacionaba el carro, la esperamos allí en la entrada y cuando regreso, nos separamos de mi hermana, mientras nosotras nos ibamos a nuestro control. El doctor nos recibio muy alegre y nos realizaron unas pruebas por separado, para ver si es que ya podiamos retomar nuestras activdades normales, con la misma intensidad en la que lo haciamos antes. Me daba nervios conocer el resultado, porque por mucho que quisiera regresar a entrenar, sabía que aún no estaba lista, apenas había logrado recuperar mi peso normal. En cambio mi amor, se había recuperado practicamente por completo de sus heridas y el malestar en el hombro, por lo que era muy probable que ella pudiera regresar antes que yo a los entrenamientos.

Una chica extraordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora