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Inhalo.

Exhalo.

Podía ver perfectamente la ubicación de Luke en tiempo real en el mapa de mi celular. No tardaría mucho en llegar a casa después de lo que parecía, mil años lejos de mi. No habían sido más que un par de semanas pero se han sentido como las semanas más largar del mundo.

La pequeña y breve visita a Joshua Tree había sido reconfortante, me había ayudado a desconectar aunque sea un poco de mi realidad y estaba agradecida de compartir momentos como las cenas y la pequeña fiesta de cumpleaños a Calum para estar con mis amigos también. Pero en algún momento tenía que regresar a casa y continuar con mi vida, así que eso hice.

Estaba nerviosa.

Inhalo.

Exhalo.

Solamente Sandra sabía lo que había echo y estaba un tanto paranoica por la reacción de Luke. No todos los días hacia un cambio radical de este tipo en mi persona pero era parte de mi proceso por cambiar mi vida, por tratar de salir de un pozo que yo misma cabe y que de alguna manera hallaría la manera de salir de.

Dando un rápido vistazo al mapa en mi celular, podía observar el círculo "L" entrando a la calle de nuestra casa. Di un último recorrido por la estancia y la cocina esperando no encontrar algo fuera de lugar y me quedé de pie en el muro junto a la cocina que tenía vista directa a la puerta del garage. Tenía las manos sudorosas, ni siquiera sabía porque tenía tanto temor de una reacción.

Me refiero a que, era Luke. ¿Por qué temía una reacción mala de él? Quizás porque ya ha reaccionado mal ante otras situaciones y no fueron muy agradables para mi estabilidad emocional. Respondí en mi cabeza. El sonido de la puerta automática del garaje se escuchó y tomé una última bocanada de aire. Petunia salió disparada a la puerta moviendo su corta cola y apreté mis labios.

"Hola Piggy" La dulce voz de mi novio inundó el silencio de la casa una vez que atravesó la puerta y Petunia se lanzó a sus piernas emocionada. No pude evitar sonreír por la escena, siempre derretía mi corazón. "¿Donde está mamá? ¿Uh?"

Mamá. Trague duro al escuchar esa palabra, un nudo se hizo en mi estómago y de pronto quise salir corriendo de no ser por qué Luke alzó la vista viendo por fin lo que había hecho.

"Oh por Dios" Dijo dejando de lado a Petunia para caminar hacia mi, mordí mi labio y junte las cejas, inmediatamente sintiendo que había tomado la peor decisión de la vida, como siempre. "¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?"

"¿Me veo mal?" Tomé las puntas de mi cabello, el negó llevando sus manos a mis mejillas y observando mi cabello y después mis ojos.

"Te ves hermosa, yo- ¡ja! Nunca habría pensado en verte con el cabello rubio"

"¿Seguro?" Pregunté de nuevo, no confiaba ni siquiera en mi misma, solo en él.

"Te ves increíble, preciosa, de otro mundo, sexy y totalmente mía" Mantenía una sonrisa grande en el rostro y por fin pude relajarme un poco. Murmuré un okey antes de llevar mis brazos a su espalda y ponerme de puntas, sus manos aún en los costados de mi rostro manteniendo el control. "Eres hermosa"

Si él lo decía entonces iba a creerlo, tenía que creerlo.

Había tomado la decisión de teñirme el cabello por completo y bajar de un tono castaño a un rubio dorado que jamás había tenido en mi vida. Hace un par de días había tenido el impulso de cambiar mi imagen y eso fue las primeras cosas que pensé, no dude mucho en llamar a Sam, mi estilista de confianza que por lo general solo iba para cortar un poco mi cabello. Hasta ella estaba sorprendida cuando le pedí ser rubia.

𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 | 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora