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DESPUÉS DE LIBRARSE DE SU AMIGO, Rosaleen se quedó con su hermano en el porche mientras él fumaba un cigarrillo y ella hablaba tranquilamente con él.
Daryl se quedó apoyado contra la barandilla, escuchándola con una sonrisa antes de que Rick saliera con un mapa y les hiciera señas para que se acercaran. Los llevó a ambos a un pequeño rincón en el porche y les mostró la ruta que habían planeado tomar.
— Lo llevamos a Senoia, nos tomará una hora en llegar más o menos. Quizás anochezca, pero regresaremos antes.
— Por fin nos olvidáremos de ese idiota. — dijo Daryl con una mueca. — Buen viaje.
— Carol le está preparando algunas provisiones junto a Asher. — anunció Rosaleen trazando las líneas del mapa con su dedo índice. — Serán suficientes para unos días. — se calló cuando su mirada se dirigió hacia el coche que se acercaba a alta velocidad y con el maletero abierto.
Ambos hombres se dieron vuelta para ver lo mismo que ella y pusieron sus peores caras al ver quién estaba detrás del volante pero siguieron hablando sin problema. — Lo que hiciste anoche... — empezó Rick con una mirada triste, recordando lo sucedido con Dale.
Rosaleen miró de reojo y vió a su hermano bajar la cabeza antes de hablar. — No tienes que cargar tú con todo el peso. — Rick asintió agradecido y levantó la cabeza cuando escuchó el motor del auto más cerca.
— ¿Les parece bien todo esto? — les preguntó a ambos, Rosaleen levantó los hombros en respuesta.
— No me imagino peleando contigo en el medio de la carretera. Nadie ganaría esa pelea. — se giró para ver a Shane bajarse del auto que estacionó frente a ellos. — Voy a mear.
— Gracias por el anuncio. — se burló Leen mientras se subía en una de las barandillas. Miró a Shane que apoyó ambas manos en la madera y resopló sin disimulo. — Genial.
— También es lindo verte, irradias luz y alegría cada vez que me acerco. — Shane ironizó. Rosaleen le sonrió falsamente, sonrisa que duró dos segundos y volvió a su semblante normal. — Viejo, ¿has visto a Carl?
— Está adentro con su madre. — Rick le respondió cortante y con las manos en cada lado de su cadera.
Rosaleen llegó a analizar a Rick y cada vez que estaba con ellos parecía estar en una lucha mental, como si recordara todo lo que sucedió y le doliera ver en lo que se convirtió su amigo de años; sin poder verlo de la misma forma.
