egotistical ;; jjk

forty-second ;; besos.

—Jeon JungKook...

El sábado había llegado inclusive más rápido de lo que esperaba. Una tranquila semana había transcurrido y antes de que me diera cuenta, el día que me encontraba esperando había llegado por fin, me divertiría muchísimo esta noche.

Aunque no era el único que estaba ciertamente emocionado. Kim había pasado su tarde entera mirando la hora en su celular, tan solo esperando a que llegara el momento de que yo desapareciera para cambiar lugares con la chica rubia que pasaría la noche en nuestra habitación, no precisamente durmiendo. Si soy sincero, en ninguna otra ocasión lo había visto tan impaciente como esta vez, me lleva a pensar que esta chica tiene algo especial para él, no lo sé.

En realidad no fue hasta ayer que me empezó a interesar el hecho de realizar el cambio, no tenía ningunas ganas de hacerlo hasta haber escuchado de los labios de mi amigo una advertencia: “Que no me entere de que le tocaste siquiera un pelo a mi hermana.” Claro que su orden me importa muy poco, lo interesante era que me había enterado de que mi compañera de habitación sería la pequeña SungMin. ¿Cómo no iba a emocionarme? Pasar toda una noche con ella podría significar demasiado para mí.

Lo siento TaeHyung, pero si se presenta la oportunidad, voy a tocar a tu hermana de todas las maneras posibles.

Anteriormente nunca me había enterado de su número de habitación o de quién era la persona con la que la compartía. Conocía de vista a la chica, varias veces la había visto con Kim por los pasillos, no obstante no la había relacionado con mi querida SungMin y resultó ser su mejor amiga. Hasta ese preciso momento no creía que esa relación de mi amigo pudiera beneficiarme de alguna forma, ojalá duren mucho tiempo más aunque conociendo a TaeHyung, no sé si esta será la última vez que tendré esta oportunidad, por eso voy a aprovecharla al máximo.

—Bueno, ya me voy. —Avisé en el momento en el que el reloj marcó la hora prevista. Kim me miró para después asentir ligeramente.

Chocamos los puños a modo de despedida, antes de que me diera la vuelta para comenzar a caminar en dirección a la salida del cuarto. Él me siguió hasta que abrí la puerta y salí, se quedó observándome alejarme y seguramente esperando para recibir a la especial chica, de la cual no recuerdo el nombre en este momento.

—Recuerda lo de mi hermana. —Comentó antes de que me alejara lo suficiente como para no poder escucharlo más a menos que gritara.

Reitero: Tocaré a tu hermana hasta el cansancio y no hay nada que puedas hacer.

Los largos pasillos de la universidad se extendían a medida que me iba acercando al elevador del lugar. Tal vez esto se debiera a mi desesperación, pero era estresante. Cuanto más apurado por llegar estaba, más lentos parecían hacerse mis pasos. Dentro de este solo podía pensar en cómo molestar a mi pequeña. Iba a ser tan divertido, además de que pensaba que de alguna u otra forma conseguiría algún avance, quiero decir, si vamos a pasar toda una noche juntos, es imposible que no suceda algo, o eso esperaba yo.

Pronto el elevador me dejó en el piso correspondiente, tercer piso. Observé la primera habitación que había en el lugar para guiarme, la doscientos ocho, debía llegar a la doscientos quince, por lo que supe que no estaba demasiado lejos de la entrada. Me di la vuelta y comencé a caminar mirando los números y contando en mi mente, impaciente porque llegara la que buscaba, hasta que por fin estuve frente a ella. Toqué la puerta algunas veces y me preparé.

Algunos segundos después la puerta se abrió de par en par, dejándome ver a una asombrada SungMin, quien aparentemente no se esperaba mi visita, en ese momento comprendí por qué había aceptado hacer este cambio por toda una noche. Claro que, lo siguiente que hizo, aunque era obvio que lo haría, no me lo esperaba. Hizo el amago de cerrar la puerta, no obstante, impedí que sucediera con una de mis manos y abrí completamente la puerta otra vez. Ya estaba aquí, no había vuelta atrás.