Logró colarse en la habitacion de hotel sin ser visto por los demas. Llamó a la puerta de Memo, una vez, y esperó, su corazón latía con
fuerza y sus sentidos en alerta máxima.
Se sentía desconcertantemente similar a cómo se sentía antes de su celo: su piel caliente, sus sentidos agudizados y la bestia incómodamente cerca de la superficie.Había ensayado lo que iba a decir.
Fue un error, cualquiera lo comete. Te vi un poco triste. No quiero que pienses que fue tu culpa. Necesito que te sientas mejor. No me gusta verte así. Te mereces algo mejor que esto. Algo mejor.Pero todos sus argumentos lógicos ensayados abandonaron su
mente en el momento en que Memo abrió la puerta.
Memo no llevaba nada seductor. Todo lo que llevaba puesto
era una camisa roja oscura vieja, de gran tamaño, y nada más,
por lo que podía decir Lionel.
Lionel tragó saliva y arrastró la mirada de esos lindos dedos
de los pies a las bien formadas piernas y muslos de Memo. Al
igual que la mayoría de los jugadores omegas, Memo estaba en el lado más curvilíneo, piernas bien formadas y las manos de Lionel picaban por levantar el borde de esa camisa de gran tamaño y averiguar si su culo
redondo y era tan lujoso como lo había visto en el partido. Basta. Contrólate, maldita sea.Era más fácil decirlo que hacerlo. Lionel hizo una mueca,
dándose cuenta de que estaba bombeando feromonas alfa,
adoptando la postura de un animal.
-¿Qué estás haciendo aquí? -Memo dijo, dando un paso
atrás. Tenía la cara enrojecida y las fosas nasales dilatadas-. No
importa. Sé por qué estás aquí y estoy de acuerdo: Te vas a burlar, ya lo se, se que lo hice mal.
Debería haberlo hecho mejor. Asi que si vienes a eso sera mejor que te vayas.Lionel se vio a sí mismo entrar en la habitación y cerrar la puerta.
Se vio a sí mismo dar un paso adelante. Se sentía como si no
tuviera control alguno sobre su cuerpo.Las palabras de su entrenador resonaron en su mente. No te metas en problemas, mantén tu polla fuera de ese omega. Pero es como luchar contra la gravedad.
Memo no era su compañero. Pero olía a él. Todavía apestaba a él, lo habia marcado enmedio de el partido. Lionel; olía como suyo, se veía como suyo, se sentía como suyo. Lionel no pudo hacer nada para evitar estirar la mano y tocarlo con manos codiciosas.-Dime que pare -gruñó, poniendo sus manos en las caderas de Memo, despreciando su falta de control pero incapaz de detenerse. Quizás era un hijo de puta, después de todo. -Necesito que me digas que pare. Los labios de Memo temblaron. Visiblemente.
-No deberíamos -balbuceó, mirándolo de una manera que era a la vez hambrienta y asustada.
No fue un no.La parte jodida era que esa mirada atraía a su lado más básico, al depredador que vivía debajo de su piel. El depredador quería que el omega corriera. Quería atrapar al omega y montarlo allí mismo, independientemente de los posibles testigos.
Maldita sea.
Tratando de sofocar sus instintos Alfa, Lionel se las arregló para decir:
-Lo siento.
Esos bonitos ojos marrones lo miraron parpadeando
confundidos.
Joder, era tan entrañable. Muy puro. Lionel se sentía como un pervertido perfecto por querer meter su polla en él y ensuciarlo con su semen.
-¿Por qué?
-Por esto -Lionel empujó a Memo contra la puerta, inmovilizándolo con su cuerpo. La inmensa satisfacción que obtuvo de su obvia diferencia de tamaño lo hizo sentir vagamente avergonzado, pero no lo suficiente como para evitar empujar su erección entre las piernas del omega. Memo dejó escapar un gemido, su cuerpo inmediatamente se volvió flexible,
su cuello se inclinó hacia un lado para darle a Lionel acceso a su glándula olfativa.Y Lionel estaba perdido. Enterrando su rostro en el cuello del omega, succionó con fuerza.
Memo gimió, sus caderas sacudiéndose contra las de Lionel, su modesta esencia endulzada con excitación. Lionel chupó más
fuerte, apenas evitando romper la piel. Quería morder. Quería
borrar la marca de otro alfa y poner la suya propia. Le picaban los dientes.
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Alfa.
Short StoryMessi logra infiltrarse en la de la habitacion de Memo, con el propósito de hablar con el. ESTO ES HUMOR NO ME FUNEN.