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—Prepárate, mañana vas a salir en todos los medios, al lado del gran Jeon Jungkook.
Prepárate para ser devorado por los tiburones del chisme.
Taehyung
Después de comer fuimos a casa, mi peque llegó rendido
—Voy a seguir trabajando, iré más tarde a la cama
—Yo si quiero dormir, no tengo ánimo de nada, te dejo a cargo.
Jungkook
Me sentía triste, no puedo creer que Jessy se atreva a dejarme, no puedo aceptar, necesito hacer algo, no dejaré que se vaya de mi lado, se quede con ese cabrón.
Siento que sabe lo que hice, espero poder convencerla de lo contrario.
Taehyung
Termine de trabajar, fui a la habitación. Jeon estaba dormido No puedo creer, llevo más de tres años masturbándome con su fotografía, ahora lo tengo metido en mi cama. Perdí la cuenta de las veces que me lo he cogido y es la tercera que duerme conmigo, usa mi ropa
Si miras a Jeon Jungkook piensas que es ese tipo de personas que desprecia las cosas modestas. Ahora que lo he tratado de una manera personal, he notado que ama las cosas sencillas, pequeñas. Es igual a un niño pretencioso, pero en el fondo está muriendo de miedo
Me acosté a su lado, se abrazó a mí, acomodándose en el pecho. Empece acariciarle el cabello Abrió los ojos clavándolos en los mios. Sin decir palabra alguna, nos besamos.
A los pocos minutos lo tenía en la entrepierna, con mi verg* en la boca.
Sus succiones son intensas, hace que mi cuerpo tiemble, apretaba los pies dejando escapar profundos gemidos Quito su ropa quedando totalmente desnudo. Su cuerpo tenía tantos mordiscos y chupetes.
Jungkook
Taehyung se acomodó en mi regazo frotando la pelvis en el miembro, baje mis pantalones, tenía una gran erección. Humedecí un par de dedos, los llevé a su entrada, lo embestí.
Dejo caer el cuerpo sobre mío buscando mi cuello, pasaba su cálida y excitante lengua por él, movía las caderas con intensidad Sentirlo me proporciona una descarga de placer descomunal, su forma de hacer el amor me pone a temblar, mi respiración estaba agitada.
Levantó el cuerpo apoyando las manos en mi abdomen, lo levantaba y dejaba caer.
Me incliné para lamer sus pezones, le daba pequeños mordiscos.
Nos abrazamos, retomando los besos, ambos nos corrimos
Jeon se abrazó a mi cintura, estuvo en aquella posición un tiempo, hasta que nuestros cuerpos se rindieron.
