Capitulo 1

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Tomo mi lugar en el centro de la mesa, bebo un baso de agua y me pongo frente al podio. El flash de las cámaras me impide ver con claridad, se escuchan murmullos de la gente del público los cuales se mezclan creando una especie de melodía.
-¿Podría decirnos como logro resolver este misterio, señor Cane?-pregunta por fin una mujer entre el público.
-Por supuesto- digo lo más cerca que puedo de los micrófonos- siempre creí que el verdadero asesino sería el señor Carlos Tryker, mi tío, ya que el era el principal sospechoso pero mas no era así, todo fue un plan echo por el jefe de las policía, el cual buscaba robar las armas de...- digo y mi vista empieza a nublarse, se que voy a desmayarme, trato de mantenerme en pie pero el peso de mi propio cuerpo me jala contra el suelo, caigo y todo se pone en negro.

Abro los ojos lentamente, y se que ya no estoy en la sala de conferencias, estoy en un hospital, tengo unas agujas conectadas al brazo, todo está demasiado blanco, me estiro unos metros sin bajarme de mi cama por miedo a que mis piernas no soporten mi peso. Veo hacia afuera, es de noche, seguro deben de ser ya de madrugada, me acerco mas al cristal y veo como pasa el tren subterráneo por un túnel.
¿Que es lo que paso? No recuerdo absolutamente nada. Trato de recordar que es lo que paso pero un dolor de cabeza me lo impide así que me rindo y me quedo tirado en la cama presionando como loco el botón de atención a cuarto mientras grito:
-¿Que es lo que ocurre con este lugar? Llevo veinte malditos minutos tocando la alarma y nadie viene- y era cierto nadie llegaba-. ¡O por Dios! Veo una luz. Mi corazón se detiene- obviamente es mentira pero en un intento de desesperación todo se vale, pero nadie llego al cuarto.
Me resigno de fingir mi muerte para que alguien venga, así que me tiro en la cama buscando el control de la televisión. Lo encuentro y enciendo el televisor mientras intento recordar que es lo que paso.
-¡Oh Dios! Por fin despiertas- dice mi compañero Diego entrando por la puerta la habitación- me dejaste solo en esa entrevista. No sabia ni siquiera quien era el condenado asesinó.
-¿Que es lo que pasó?
-¿No lo recuerdas? ¿En serio? Te desmayaste durante la entrevista, la entrevista de prensa en la que se supone ibas a explicar como es que resolviste el caso del "Asesino de Oriente"- el asesino de Oriente es un caso que duramos diego y yo resolviendo durante mucho tiempo- y me dejaste ahí solo, explicando lo poco que sabia acerca del dichoso asesino. Pero a quien le importa, ya paso.
-Citlali(nuestra jefa. Es una mujer arrugada que debe de tener alrededor de setenta añoss, y gracias a la tecnología de la era dicen los médicos que vivirá más de ciento sesenta años)me matara.
-Si lo hace mas te vale que mi nombre se encuentre en tu testamento- dice en plan de broma.
-Oh ¡Claro que lo esta! Te he heredado todas mis cuentas bancarias las cuales deben de tener un total de menos cinco mil dólares.
-Pff... En ese caso mataré a Citlali antes de que te mate a ti- vuelve a bromear.
-Nadie va a matar a nadie esta noche ni nunca- dice Citlali entrando a la habitación, para ser sincero no se cuando entro.
-Lo siento Citlali- dice Diego mientras se encojo de hombros- no me refería a...
-Lo se Diego, lo se.
Sigo igual de confundido que cuando entro diego a la sala. Aun no me han dicho que paso o por que me desmaye en la conferencia.
-¿Que dicen los médicos? ¿Porque me paso esto?
-Cane, querido- me dice Citlali mientras me toma de la barbilla- según los médicos te quedan solo un par de meses de vida...
Me quedo paralizado ¿como puede ser esto posible? He llevado una buena vida, yo no he echo nada como
Para merecer esto, siento como el vomito por los nervios me sube por la garganta, esta apunto de salir hasta que veo como Citlali y Diego empezar a reírse y se lo que ha pasado. Es una broma.
-Sabes que odio las bromas- le digo muy serio a Citlali.
-Lo siento, aun mantengo algo de gracia dentro de mi arrugado cuerpo.
Me río, mas por compromiso que por que su comentario fuera cómico.
-¿Porque me desmayé?
-El doctor dice que al parecer te inyectaron una especie de veneno. No sabe como pero al parecer eres suertudo de no haber muerto.
-¿Veneno?- pregunta Diego sorprendido mirando hacia la calle.
Me sorprende que haya sido veneno, ya que nunca recibí un disparo ni me han inyectado nada, mas que aquí en el hospital. No se como es que pudo haber llegado a mi ese veneno, pero tengo el presentimiento de que esto no fue culpa del Asesinó de Oriente. Presiento que esto tiene algo que ver con un nuevo caso, el cual tendré que resolver. Debo de resolverlo.
-Necesito saber quien fue- digo muy firme y seguro.
-Eso es algo de lo que te debo hablar, Cane- el veneno durara mas de seis meses en salir de tu sistema, no podrás resolver casos por ese tiempo. Trabajaras en inteligencia robótica.
No es posible, yo necesito resolver casos, es algo esencial para mi, es mi complemento, mi medicina, mi manera de libertad, de liberar el estrés, y ahora ya no podré hacerlo por seis largos meses. Los mas largos de mi vida y los mas aburridos, o por lo menos ese creí, y estaba equivocado.

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