IV. 𝐔𝐍 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐀𝐍̃𝐄𝐑𝐎

111 17 51
                                    

Un chico rapado está subido encima de una piedra, frente al mar. Acaba de derrotar a un monstruo sin ninguna dificultad. Con ese van dos, le quedan tres. 

─Si ellos hubieran visto lo que acabo de hacer, les habría cerrado la boca a todos. Soy invencible, y no un inútil como solían decirme...

─¡Eso fue increíble!─ exclama una chica de cabello marrón, atado en una cola de caballo.

─Gracias...

─Yukari. Yukari Nishimoto.

─Yukari. Acabé con ese vecino que le arruinó la vida a tus padres.

─Ahora puedo estar en paz sabiendo que mis padres ya no tendrán problemas con él. Muchas gracias por todo...─ fueron sus últimas palabras antes de desaparecer.

─Bueno, ahora, por el siguiente. Vaya, esta playa es muy bonita.

 Vaya, esta playa es muy bonita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Tsubasa va al comedor a desayunar, pero al momento de sentarse en la silla, siente un enorme dolor en la espalda.

─Ay, d-duele─ dice.

─¿Qué te duele, amor?─ le pregunta Natsuko.

─La espalda.

─Tómate un Actrón para que se te alivie, ¿pero cómo pasó eso? ¿Habrás hecho un mal movimiento?

─Quizás, pero no lo sé.

─Ay, Tsuby.

─Buenos días─ Roberto aparece en el comedor, cepillándose los dientes─. ¿Cómo estás, Tsubasa?

─Adolorido, jeje.

─¿Por jugar mucho al fútbol y haberte golpeado en la espalda o algo?

─No he jugado mucho al fútbol, pero puede ser esa la razón.

Está mintiendo, no pueden saber que está luchando con monstruos en sus sueños y que sus heridas en ese mundo también lo afectan en este mundo. No lo dejarían dormir jamás.

─Bueno, si te duele mucho, tómate el Actrón como te dije, y no hagas mucho esfuerzo, reposa en tu cama un rato hasta que se te vaya el dolor.

─E-está bien. Termino de desayunar y voy para allá─ toma el vaso de jugo de naranja y bebe de él, también tiene unos panqueques de avena con fresas y moras azules para el desayuno.

─Tsubasa, me preocupas, hijo─ piensa Natsuko─, primero se sentía tan mal consigo mismo que no podía salir de su habitación, y ahora le duele el cuerpo, y no creo que sea por el fútbol. Si esto sigue así, tendré que llamar a un psicólogo para que estudie su comportamiento y sus sentimientos.

Una vez acabó de comer, Tsubasa fue a su cuarto a hablar con Wakabayashi por mensaje y contarle lo que estaba pasando.


𝗟𝗔 𝗖𝗜𝗨𝗗𝗔𝗗 𝗗𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗦𝗨𝗜𝗖𝗜𝗗𝗔𝗦 ❱ Capitán Tsubasa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora