Capítulo 5 - La Nueva Realidad

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NOTA DE LA AUTORA: Hola, como están? :) Tengo unas cositas que decir. Primero gracias a los que están por aquí, segundo explico que a partir de ese capítulo se introducen personajes nuevos, pero obviamente los principales siguen siendo dos originales de El Internado. Tercero, pido que voten por la historia (pero solo si creen que merezco) y me sigan por instagram (@medinoiret) caso quieran ver más cosas de la fanfic, estaré subiendo news por allí.

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María y Cristóbal se miraron a los ojos, unos pocos segundos de un constrangedor silencio se hizo.

- Me llamo María. Oye, por el niño déjalo, no pasa nada, no me ha hecho daño. - Dijo simpática.

- ¡No, pero imagina, ya me va a escuchar! Eh, yo nunca te he visto por aquí, ¿eres nueva? Perdona que te pregunte pero es que por aquí todos me conocen.

- Ah sí? Vengo a pasar un tiempo ahí en esta casa. Es de unos amigos y me están dando una mano.

- Ah, genial! Esa casa estaba vacía hace meses ya, me alegra que ahora tenga nuevos vecinos.

Dos adolescentes llegan a la casa de Cristóbal y él se distrae. 

- Eh! Vosotros! ¿De dónde venís? - Les grita. - María, ¿no? Un placer conocerte, perdoná al torpe de mi hijo, ahora tengo que ir a por mis otros hijos. ¿Tú tienes hijos? Pues te digo que es lo mejor que te puede pasar en la vida, pero a la vez, joder! te dan un trabajo que no se termina nunca! Adiós eh, nos vemos. 

Cristóbal hablaba mucho y muy rápido, y María se rió de su forma de ser. Parecía un buen tío.

***

Julia y Vicky se despertaron temprano, para ayudar a empacar las frutas. Las dos se ayudaban con sus problemas. Han estado casi toda la noche hablando de chicos, y aunque a Vicky le hayan metido los cuernos, fue una charla llena de risas y anécdotas. A Julia le parecía muy lindo como los padres de Vicky la trataban, todo el tiempo preguntando cosas, preocupándose, cuidando de ella y abrazándola. Hasta con Julia tuvieron todo el cariño, y por momentos fantaseaba que era parte de aquella familia.

***

En la casa Espí, se discutía el futuro. María se preocupaba por la educación de Iván, quién además de haber pasado el año luchando contra nazis, ha tenido desde siempre los puntajes medio bajos. Obviamente no tenía dinero para pagarle un buen colegio, y estaba afligida. Por su parte, Sandra estaba dedicada a Samuel, pero sin su marido, se preocupaba por el sustento de la casa. Iba a tener que trabajar. Por suerte, Héctor tenía buenas noticias.

- Me ofrecieron un trabajo. Están mirando al nuevo profesor de historia y director del Colegio San Pedro de Alcántara. Y más, he conseguido becas para Marcos, Paula, y... también para Iván. - Miró directamente a María.

- Muchas gracias tío, pero es que yo no voy al colegio. - Dijo, Iván, dándole tapitas en el hombro. - Voy con Julia a viajar por el país en moto.

- Iván! Y con qué dinero? - Se asustó María.

- Con nuestro laburo. Vamos a ir haciendo de todo, limpiar váteres, atender en bares...

- Pero tú estás loco? - María se preocupó.

- Iván, las cosas no son tan simples. No pienses que a mí no me gustaría salir con mi chica por el mundo en una moto, pero, al menos completes el bachillerato. Te va a ir mejor cuando vayas de viaje. En este tiempo, te quedas con tu madre y vas ahorrando.

- Creo que Hector tiene razón, Iván. Tenemos que terminar el colegio, por lo menos. Después lo piensas mejor. - Opinó Marcos.

- Pero, y Julia?

El Internado: Volverá La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora