capitulo 86

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Me comunico con Aiko ordenándole lo que necesito que traiga, estamos en la mesa, los niños se fueron con Christopher a entrenar y tengo a Ilenko con sus miradas penetrantes, me aclaro la garganta tomando el cuello de mi polarón tuve que ponerme algo que cubra las marcas que dejó Dom sigo con la mirada en el móvil.

Una enorme mano pasa por la pantalla, levanto la vista y veo los ojos de Ilenko quien toma la miel que estaba a mi lado, no le doy importancia, vuelvo la vista al móvil pagando las vacaciones de dimitri y Alec que eligieron irse al Caribe pago dos semanas completas en el mejor hotel cinco estrellas se lo merecen.

El ruido que hace Ilenko me hace levantar la vista de nuevo tiene sus ojos puestos en mí masticando su desayuno lo miro está serio viéndome con su mirada asechadora percibiendo cada movimiento que hago le sostengo la mirada sus ojos no se despegan de los míos y llevo uno de mis dedos rascándome la nuca varias veces.

Lo miro seria cuando por inercia hace lo mismo muevo mi cara a un lado y de nuevo copia mi acción, sonrió cuando se pone serio y de cuenta lo que estaba haciendo me le burló en la cara y sigo tomando mi te.

- Está tensión es demasiada, ya basta- pide vlad.

- Díselo a tu padre, el es quien me mira- dije.

- Y tú lo manipulas haciendo que copié todo lo que haces- dice divertido vlad.

- Touche - dije riéndome con el, miro a Ilenko sigue serio y ruedo los ojos levantándome.

- A dónde vas- pregunta Ilenko.

No contesto sigo caminando, hoy tendré un día de spa me lo merezco iré con Aimar hace unos baños superrelajantes aunque raros junto con masajes que te dejan la piel como si fueras una bebita tomo mi bolso saliendo de la fortaleza.

Los veyeviki que están afuera se me quedan viendo por alguna razón que desconozco su mirada es rara entrecierro mis ojos confundida y subo a la camioneta con Aiko Indicándole la ubicación, hace mucho no veo a Aimar es una mujer hermosa su piel es morocha, pero de ensueño es una morocha ardiente juro que lo es.

La conozco gracias a hela nunca me dijo cómo es que se conocieron Aimar es de una religión la cual no recuerdo su nombre o creo que jamás se lo pregunté solo se que amo sus baños da igual.. A lo que voy es que es una especie de Cayetana dos para que entiendan aunque ya saben no creo mucho de eso.

Pensándolo bien, pienso que si digo.. Cayetana de todo lo que dijo tenía razón, así que supongo que algo de verdad tienen sus creencias o su don o lo que sea que tengan..

Después de una hora y treinta minutos llegamos a la residencia, no es un spa como tal es una mansión preciosa bajo encaminándome a la puerta todo un par de veces no avise que venía, pero por alguna extraña razón hoy me levanté con ganas de que me prepare sus baños.

La puerta se abre dejándome ver a una morena hermosa le sonrió y hace lo mismo abrazándome.

-Mi morocha sexy - dije acariciando su pelo

- Diosa- me dice y me tenso.

- Ya creo que no me gusta que me digas así- dije escucho su risa.

Se separa tomando mi mano mientras caminamos por la sala hacia los sillones.

Dejo mi cartera sobre el sillón en tanto me siento cruzando mis piernas Aimar se sienta frente a mi y me está mirando raro la miro confundida y me aclaro la garganta.

- Estás cambiada - sus ojos miran mi cuerpo completo aún sentada- tu aura toda tu, dime has sentido que te observan o que se te quedan viendo de una manera extraña o que los hombres te siguen por inercia?

Gemelas JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora