02.

2.4K 271 88
                                    

—Te ves demacrada. —comenta Jisung antes de llevar una cucharada del helado, que ha conseguido en la cafetería, a su boca.

—¿En serio? —sonrío irónica, algo que al parecer él no capta y sólo asiente— Gracias por señalarlo.

—¿Cómo no va a estarlo? Minho la trae de aquí para allá desde que llegó. —añade Hyunjin.

—Es un aprovechado. —lloriqueo y escondo mi cara entre mis manos.

—No te preocupes. Una vez que te adaptes, él te dará un área específica y sólo harás tu labor allí. Espero te quedes con nosotros. —Hyunjin me dedica una amigable sonrisa, gesto que le devuelvo.

—Al menos los tengo a ustedes como compañeros de almuerzo. Me he dado cuenta de que algunas chicas me miran mucho y siento que no es en buen modo.

—Considerando que te ven mucho con Minho, no es de extrañar. Se sabe que le gusta a más de a una. —Jisung apreta los labios y se encoge de hombros.

—Ash, ¿y eso qué? A diferencia de ellas, yo no quiero nada con él —resoplo pesadamente y recargo el mentón en mi mano—. En todo caso, él me parece lindo.

Siendo muy cautelosa, doy una fugaz mirada hacia la mesa del costado izquierdo, que está a unos pasos delante de la nuestra. La curiosidad pica a Jisung de inmediato, quien finge estirar su cuerpo para mirar en la misma dirección.

—¿Quién es? —inquiere Hyunjin igual de curioso.

—Aah, conque Seo Changbin. ¿Te gustan los tipos de gimnasio?

—Solo me parece lindo, no vayan a pensar de más. A estas alturas, no quiero saber o perder el tiempo con nadie.

—Woah, ¿quién te hirió?

Primero, mi papá metiéndose con otra mujer y eligiendo su familia por sobre nosotros. Después mi hermano yéndose de casa y dejándome sola, luego mi novio jugando conmigo y por último mi mamá deshaciéndose de mí. Uhm, creo que la pregunta sería: ¿Quién no?

—Nadie —me limito a responder, empleando una pizca de desdén—. Simplemente aprecio mi soltería.

—Tú y yo somos iguales, amiga —Jisung alza su mano para chocar las cinco—. Sólo se vale tener amoríos sin compromisos e intereses.

—¡Ay, tampoco así! —río negando— ¿Entonces eres un rompe corazones?

—Se podría decir. —echa su cabello hacia atrás con aires de grandeza.

Hyunjin le da una mirada incrédula, la cuál sostiene por unos segundos y después la dirige a mí, negando repetidamente.

—No le creas. A este no se le para ni una mosca.

—¡Hey! —Jisung lo mira ofendido y le suelta un golpe en el brazo— ¿Tú qué sabes?

—Paso la mayor parte del tiempo contigo y puedo asegurar que nunca te he visto con alguien.

—Porque lo hago cuando no estoy contigo.

—Ajá, sí, claro.

—Uy, hablando del rey de Roma... —Han mira por sobre mi hombro y después alza la mano—... ¡Minho, ¿por qué no te sientas con nosotros?!

Jisung sonríe al ver que Minho se aproxima en dirección suya, sin embargo, no se detiene y sólo le dedica una mala mirada de soslayo.

—Estoy ocupado. —murmura con ese tono indiferente tan característico de él.

Hyunjin chasquea la lengua y pone los ojos en blanco.

—Han Jisung, ¿por qué no lo dejas en paz? Sabes que jamás se toma el tiempo de almorzar cómo se debe.

Grietas del Corazón ; Lee MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora