Conclusión

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ADVERTENCIA: contenido sexual, smut o lemon.



Ciertamente Manjiro no había pensado en lo que sucedería después.

No había considerado que pasaría luego de disculparse, sí había asumido que el insoportable sentimiento en su interior desaparecería, pero no considero lo que sucedería luego y consideraba que decirle precisamente eso al omega haría que se molestará.

—Me gustaría poder decir que sé exactamente lo que seguirá... —dice sin apartar la mirada del omega.

—Pero no lo sabes, ¿cierto? —el alfa asiente y el rubio deja salir un suspiro—. Bueno, realmente no hay problema con lo que decidas, porque tú mandas aquí, —dice con los brazos cruzados sobre su pecho.

—No digas eso.

—¿Por qué? Acaso ¿Te incomoda?—pregunta mirándolo fijamente ante esperando su reacción, y al no notar algún cambio que indique que sea cierto o niegue la información simplemente mantiene la mirada fija en el alfa.

—Solo no lo digas.

Más que incomodarle le molesta y no quiere pensar a fondo el por qué; después de todo él ha pedido por pasar el tiempo con el rubio, al igual que el resto va a pagar por ello y aunque no lo quiera, a pesar de que intente sentirse mejor consigo mismo él tiene el poder dentro de aquel sitio por pagar. Le repugna pensar así.

—No es nada más que la verdad, sin importar cuanto te incomode o saque de quicio es una realidad, tú mandas aquí; has pagado por ello y es por ello que tú tienes el absoluto poder aquí, —el omega le dice mirándolo sin expresión alguna, y Manjiro se remueve incomodo ante la declaración, cierta, pero cruda que ha hecho el omega—. Aunque si considero que estás comportándote como un idiota me marcho.

Ante eso último Mikey siente que la tensión que tenía se disminuye un poco; se siente estúpido ya que había pasado por alto el hecho de que el omega que tenía frente suyo no parecía de la clase de persona que se dejaría sobajar y ser tratado sin el respeto que merecía.

—Aún no te has marchado. —comenta.

—¿Qué?

—Has dicho que te marcharías si me comportaba como un idiota, pero aún no te has marchado.

Por primera vez desde que el silencio tenso que se había instaurado desde la pregunta de cuál sería su siguiente acción se había hecho nota como las comisuras de los labios del omega se alzan dejando atrás la expresión absolutamente seria que había tenido el resto de la conversación.

—No me refería a esa clase de comportamiento idiota, pero si eso es lo que quieres...

El rubio se coloca de pie apartándose un par de pasos de la cama y entonces un pánico se genera en su interior.

—No... —dice con premura dando un par de pasos para acercarse al omega.

—En realidad no pensaba en marcharme, al menos no aún. —comenta el rubio.

Se detiene en seco al mirar como la postura del omega no parece estar tensa, simplemente parece sorprendido de su reciente actuar, incluso él lo está.

—Lo siento.

—No tienes por qué pedirme disculpas, —asegura—. Sabes creo que la mayor parte del tiempo que me has hablado ha sido para pedirme disculpas.

—Sí eso parece.

—No es tan malo, creo que podría acostumbrarme. —declara con una sonrisa.

Manjiro lo observa fijamente; los ojos de Ken estrechándose ante la sonrisa formándose en sus labios, su cabello rubio cayendo sobre sus hombros, el cómo su postura se encuentra relajada y la manera en que la bata azul cae grácilmente sobre su cuerpo. Anteriormente no se había tomado el tiempo para analizar fijamente al omega, y si era honesto era atractivo.

Dedicated to you [Hiatus Indefinido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora