One Shots -𝑀𝓎𝓈𝓉𝒾𝒸 𝑀𝑒𝓈𝓈𝑒𝓃𝑔𝑒𝓇 +18

Saeran♡~

El sonido familiar del horno resonó cuando me puse los guantes alrededor de la mano con entusiasmo y abrí el horno. Saqué la bandeja de brownies y los puse a un lado para que se enfriaran mientras arrojaba los guantes sobre el mostrador de la cocina. Cogí un plato que había dejado a un lado antes que tenía dos panqueques y unas cuantas croquetas de patata y me dirigí al dormitorio.

Dejé el plato en silencio, tratando de no despertar al durmiente Saeran, sorprendida de que haya estado durmiendo recientemente. Regresé a la cocina, tomé un trago de la nevera y regresé a la habitación. Ahora que tenía las manos libres, podía comenzar los planes que tenía para hoy. Rodé hacia el otro lado de la cama pasando mis manos ligeramente por el cabello decolorado de Saeran antes de darle un ligero beso en la mejilla. Saeran se movió en su lugar antes de decidir abrir los ojos. destacando su color menta desteñido. Lo saludé con una sonrisa y acercó su cuerpo al mío.

—Feliz día de San Valentín princesa. —Murmuró, demasiado cansado para hablar correctamente.

—¡Iba a decir eso primero! —Grité y enterré mi cara en su pecho.

Era pacífico mientras escuchábamos la respiración del otro. El sol comenzaba a salir, los pájaros pasaban ocasionalmente y nos recibió el calor general de la mañana. Me desperté junto a Saeran, lo cual era raro ya que él ha estado trabajando duro para encontrar a su hermano, Saeyoung. Nos hemos estado quedando en un departamento que Jumin nos proporcionó, con la esperanza de ocultar nuestra ubicación a su padre. El apartamento también albergaba un pequeño jardín. El jardín no era tan grande como cuando estábamos en Mint Eye, pero era suficiente para hacer feliz a Saeran. Casi me quedo dormida en sus brazos cuando recordé que su comida se enfriaría. Me liberé de su agarre y sus ojos se abrieron con curiosidad. Llevé su plato a la cama y su rostro se iluminó. Abrió el pequeño paquete de jarabe de arce y virtió con entusiasmo a sus panqueques.

Después de disfrutarnos mutuamente, le preparé un baño tibio y pronto me reuní con él. Su cuerpo estaba completamente sumergido bajo el agua, las burbujas cubrían todo menos su cabeza. Sus ojos estaban cerrados y me arrodillé al lado del baño, acariciando lentamente su cuero cabelludo.

—¿No vas a meterte conmigo? —Preguntó, su voz aún permanecía tranquila.

—No… —Dije y tomé un poco de shampoo en mis manos y luego en su cabello. —Hoy cuidaré de ti, Saeran, así que no te preocupes por mí.

—Pero yo- —Protestó.

—Está bien Saeran, relájate, este día te dejaré hacer lo que quieras. —Se le cortó la respiración ante esa declaración y una sonrisa se formó en mi rostro.

Continué lavando lentamente su cabello, teniendo conversaciones al azar. De vez en cuando le daba besos en el cuello y él se quejaba de que el jabón se le metía en la cara.

Después de un rato terminé, le lavé el pelo y me puse de pie. Le dije que nos encontráramos en el jardín y me fui, dejándolo terminar. Tomé un sorbo de agua antes de recoger los brownies que había hecho antes. Tomé algunos junto con macarons, pasteles y todas las cosas dulces que le gustan. Estaban cuidadosamente puestos en una bandeja con forma de fuente que mostraba muy bien la variedad de dulces. Me dirigí a una pequeña sección en el jardín que tenía un pequeño juego de patio.

Las rosas rosadas estaban esparcidas alrededor del juego del patio con una linda jaula de pájaros a la medida. Después de decorar el patio con cajas de chocolates y dulces, esperé pacientemente a que llegara Saeran.

—¿Princesa? —Saeran tocó mi hombro, dirigiendo mi atención a su atuendo.

Mi novio estaba vestido lindamente, irónicamente haciendo juego con uno de los pasteles puestos.