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Una cena de Navidad suele ser agradable

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Una cena de Navidad suele ser agradable. Normalmente, el plan suele consistir en una reunión familiar en la cual todo el mundo comparte sus experiencias del año y se divierten en compañía de los demás, estando alrededor de la comida que un miembro se ha esforzado en preparar.
Bueno, Steve nunca había tenido la oportunidad de tener una noche así.

El primogénito de los Harrington, desde que tiene memoria, ha estado viviendo una soledad infinita todas las Nochebuenas.
Sus padres, debido a sus trabajos y la falta de tiempo y cariño hacia su hijo, dejaban de lado cualquier festividad, incluida el cumpleaños del joven. La única compañía que el castaño podía tener consigo eran sus juguetes comprados por obligación y para que no hiciera berrinches. Los sentaba alrededor de una mesa de madera, robaba algún que otro plato de los estantes de su costosa cocina e imitaba lo que él suponía que era una cena navideña basándose en las pocas películas que sus padres le permitían ver, soñando poder vivir eso en algún momento.

En cuanto creció un poco y comenzó el instituto, la gente a su alrededor solamente se le acercaba por dinero y fama. Ninguno era un amigo de verdad con el que podía charlar sin sentirse incómodo o alguien que al saber su situación lo invitara a una cena familiar.
En cuanto pensaba que había hecho un verdadero amigo, les contaba el problema con sus padres estrictos y ausentes y huían al ver que había una posibilidad de que el castaño no llegaría a heredar la fortuna Harrington.

Lo que Steve no sabía, era que se vería involucrado en un problema dimensional que afectaría a su pueblo. Y, aunque esto suene como algo malo, Steve ha de admitir que le ha traído bastantes cosas nuevas. Cómo su nueva y extraña familia.

- No, Robin, ya te he dicho que no hace falta que me regales nada. No insistas - decía el joven castaño con el teléfono apoyado en su hombro y oreja mientras utilizaba sus manos para batir los ingredientes para un bizcocho.

Steve era consciente de que Claudia Henderson les prepararía a todos un gran manjar hecho con todo su amor, sin embargo, esta era la primera cena de Navidad real a la que el joven asistiría, así que quería llevar un pequeño detalle, además de los tantos regalos que había comprado para todos. Se sentía realmente emocionado al respecto.
Si era sincero, casi se sentía como si su campo de visión tuviera adornos navideños que lo alegraban cada día más.

- Que sea pobre no significa que no pueda regalarte algo, dingus. Pero no sé qué regalarte, así que necesito que me des ideas - se quejó la rubia al otro lado.

Steve chasqueó la lengua antes de responder - ¿Sabes, Robin? Mejor cállate y ya nos veremos mañana en casa de los Henderson a las... - se detuvo a pensar un momento mientras se limpiaba las manos en el fregadero para poder agarrar bien el teléfono - Que más da. Ya nos veremos. Chao Buckley - terminó para cortar la llamada antes de que su amiga pudiera estallar en quejas y refunfuños.

PERFECT GIFT [Steddie] Three-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora