Historias cortas | Twisted Wonderland.

El diario | • Rollo 🔞

Rollo

— Ah, cómo se supone que escriba esta parte... — Rascó su nuca. — Mmh, “Deslizo mis manos en su suave piel desnuda” ¿Eso quedaría? —

Sé que no debería escribir algo así en mi diario, pero de alguna manera me siento frustrado desde que la vi.

Nunca tuve interés en tener sexo, simplemente no me parecía que algo así fuera correcto.

— Ah... — Suspiré mirando la gran estatua del Juez Justo de nuestro colegio a lo lejos.

Caminé hacia la ventana para verlo mejor y volví a suspirar cómo si quiese decirle algo, alguna pregunta que me diera respuesta a todos estos deseos impuros ¿Esto estaba bien? ¿Estaba bien pensar en la manera que lo hago con ella?

¡No! Esto no es un simple deseo así, puede ser... Amor. Ella vivía en mundo donde la magia no era algo que existía más que en los cuentos de hadas, a pesar de eso, ella se supo adaptarse a este mundo sucio tal y como una justiciera, si ella viene de ese mundo desconocido sin magia... Entonces ella no tiene ni una pizca de maldad.

No quiero simplemente tener relaciones íntimas con ella, yo quiero demostrarle el verdadero amor que una persona como yo puede dar. Yuu... Has sido muy amable conmigo, pero ¿Hay probabilidad que me mires como yo te miro?

Estás rodeada de todos esos hombres y solo pensarlo me causa ira, nunca estarías segura con ellos, todas esas personas impuras.

Esta vez, decidí sentarme y volver a tomar mi diario para escribir mis pensamientos que tengo con ella, quiero calmar un poco mi frustración y porque es la única forma que tengo para evitar tocarme de ese modo pensando en ella.

¿Me pregunto si ella en la cama es del tipo de chica tímida? Mm, me imagino que realmente ella no tiene ninguna experiencia.

- 💭-

— ¿Rollo? — Ella me miró con sus ojos grandes y curiosos.

— Shh, estarás mejor aquí. — Susurré en su oído, pude notar como se sobresaltó un poco de sorpresa.

Pero no detuve ningún movimiento porque mordí suavemente su oreja y luego comencé a besarle el cuello, ella largó un pequeño chirrido pero se quedó quieta.

Subí para besarle sus hermosos labios que tanto anhelaba mientras suavemente la dirigía hacia la cama.

Sus piernas chocaron con la madera de esta lo que provocó que cayese acostada en la cama, esto me dió más acceso a estar sobre ella.

Me miró con ojos brillosos y el rostro rojo, pronto decidió taparse el rostro.

— Heh... — Reí un poco y sin apartar las manos de su cara, simplemente comencé a desprender su camisa.

Finalmente logré abrirla y obtuve una vista hacia sus pechos que estaban tapados por la tela del brasier que llevaba puesto, ella quitó sus manos de su rostro y me miró tímidamente.

— Querida, no hace falta ser tímida. — Sujeté un mechón de su pelo y le besé la nariz.

— Rollo... Es que... Es mi primera vez. — Dijo tartamuda.