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-Siéntense.
Lionel y Gonzalo se miraron antes de sentarse frente al entrenador.
Lionel Scaloni lo miró.
-Estás aquí porqué hay que hablar -dijo, mirando a Gonzalo-.
Todavía no estás perdonado, chico.
Gonzalo resopló.
-No necesito tu perdón, si te refieres a la tarjeta amarilla. Todos cometemos errores, tienes el descaro de hacerte el hipocrita después de lo que hiciste.
-¿Y qué hice? -Scaloni dijo sarcásticamente-. ¿Te ayude a tu carrera?, ayudar a que tu carrera avanzara. Qué crimen.
Gonzalo se enojo, su olor se espesó con su ira.
Lionel se pellizcó el puente de la nariz. No podía creer que
hubiera tenido que dejar a Memo por esto.
-Suficiente -dijo Gonzalo con frialdad, haciendo que la mirada de Scaloni se volviera más intensa. -. No tenemos tiempo para esto. Estoy aqui para hablar del equipo, al igual que Lionel, tus problemas de alfa idiota dejalos fuera.
Ahora la cara de Scaloni también se enrojeció.
-Eres insolente, un omega gritando a un alfa, debería echarte del equipo.

Gonzalo lo miró a los ojos, se reclinó en su silla y dijo:
-Podrías. Pero no lo harás. Me necesitas. No puedes soportar tenerme lejos, no?- Dijo en un tono arrogante.
Lionel enserio no entendía nada.
El rostro de Scaloni quedó en blanco.
-Estás olvidando tu lugar, -siseó.
-¿De qué están hablando?
Lionel interrumpió con la voz
llena de confusión.
Gonzalo sonrió sin dejar de mirar a Scaloni. Joder. No entendía nada.

-Pregúntale a nuestro entrenador.
-¿Qué...
-Cállate -gruñó Scaloni, mirando a Gonzalo-. No sabes nada.
La sonrisa de Gonzalo se ensanchó.
-De hecho, sé mucho. Y ahora entiendo lo que antes no entendía, tu me quieres, ja, por eso actúas tan idiota.-Los encantadores ojos de Memo brillaron al frente de su mente mientras Gonzalo hablaba, habia recordado su propio deseo,
necesidad, de hacer todo lo que quisiera por su omega. Memo
había querido que se quedara ayer, y Lionel no se habría ido ni
por todo el poder y el dinero del mundo. Ahora entendía que no
era una exageración cuando la gente decía que los alfas podían
matar para hacer felices a sus omegas. No importa cuánto Scaloni
pudiera resentir su atracción por Gonzalo, ni cuanto lo tratara mal, el seguía siendo su compañero, y eso era algo con lo que un alfa no podía luchar.
No se podía luchar contra la propia naturaleza. Era una batalla perdida si uno lo intentara.

-Pero eso es irrelevante ahora -dijo Scaloni, mirando a Gonzalo, con odio.
-.Te lo explicaré todo después -le dijo Gonzalo en voz más baja.
Lionel asintió, todavía sintiéndose aturdido y confundido.
Gonzalo le dedicó una pequeña sonrisa.

Seguía pensando en memo, sentia atracción hacia el , al inicio no creyó que fuera un omega, quizas un alfa, pero la naturaleza omega reprimida de Memo probablemente lo afectó en algún nivel, haciendo que Lionel se sintiera protector con él, en lugar de simplemente ignorarlo. Explicó mucho. Los alfas generalmente no se llevaban del todo bien con otros alfas, después de todo.

Lionel soltó una risa débil, todavía sintiéndose aturdido.
-¿Pero cómo? ¿Por qué no me lo dijiste?
-Eso es irrelevante -dijo Scaloni-. Volvamos al tema que nos ocupa. Quiero cambiar la poción de Gonzalo a la banca-Miró a Gonzalo, como
desafiándolo a contradecirlo.
Gonzalo no mordió el anzuelo y frunció un poco el ceño.
-Si quieres seder mi lugar a alguien de la banca hazlo, no me importa, despues de todo tu eres el entrenador.
Scaloni lo fulminó con la mirada.

-No eres relevante en este tema -dijo con frialdad, mirando a Gonzalo-. En lo que respecta necesito hablar a solas con Lionel. Vete.
-Esta bien, voy a salir.-dijo Gonzalo con firmeza-. Lo hago porque quiero, no porque me estés ordenando que lo haga.
Dijo infantilmente saliendo de la habitacion.
-No importa -dijo Scaloni-. Todo lo que me importa es el resultado final-Volvió su mirada pesada hacia Lionel- Tú. Anunciarás que has encontrado una bella novia omega, justo después de eso...
-No.
Scaloni lo miró fijamente.
-¿Disculpa?
Lionel le sostuvo la mirada.
-Lo que dije. No voy a hacer eso.
-¿Me estás molestando a propósito? -Scaloni apretó los dientes, un músculo latiendo en su mejilla.
-No todo se trata de ti-dijo Lionel-. No anunciare algo que no es cierto, porque decido no hacerlo.
-¡No puedes! ¡Simplemente, no puedes decidir no hacerlo! -
Scaloni gruñó, su rostro enrojeciendo de nuevo-. Estan empezando a creearse rumores, con el alfa del otro equipo.
-Quizas solo sean rumores -dijo Lionel.
-Todo el mundo espera que que el gran Messi, sea pareja de una linda omega, no un omega resesivo.
-No me importa -dijo Lionel-. No me voy a confirmar nada.
-Eres idiota...
-Mi decisión es definitiva.
Scaloni rio.

-¡Bien! Sé un idiota. Después de todo, solo te estás saboteando.
¿Y para qué? ¿Te ha atraído un puto omega varon? ¿Es aquel omega resesivo de México? ¿Es así?
Lionel cerró los ojos por un momento, luchando contra la ira.
Ignorándolo, dijo, mirando fijamente a Scaloni:
-Me parece irónico tu desprecio a los omegas resesivos, puesto que no puedes sacar tu polla de uno.

Scaloni gruñó, la habitación se empapó de su aroma alfa, Lionel gruño en respuesta, mientras dejaba
salir su propio olor bajo su estricto control.
Scaloni retrocedió, palideciendo.
-Suficiente -gruñó, una gota de sudor corriendo por su frente-. Basta con eso -agregó, mirando a Lionel débilmente.
Lionel casi sonrió.
Tenía que admitir que era algo divertido ver a un alfa orgulloso como Scaloni tratar de luchar contra las
feromonas alfa.
-Para eso, Lionel -interrumpió sus pensamientos, haciendo una mueca.
Parecía tan incómodo, pero su malestar hizo que Lionel controlara a su alfa.

Él se puso de pie.
-Mi decisión es definitiva -dijo de nuevo, mirando a Scaloni-. También puedes hecharme a la banca, si quieres.
Los labios de Scaloni se tensaron. Él no dijo nada.
Lionel se volvió y se fue.
Joder, quería ver a Memo.

Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora