CAPITULO 14

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Ricardo abandonó el asiento. En cuanto lo hizo, la luz que se desprendía a su alrededor amainó hasta desaparecer por completo. Revolucionado, extrañado e intrigado con ese hecho. Su mente ató los nudos de aquellos sucesos y volvió a tomar asiento de inmediato. Quería intentarlo de nuevo y ver ese espectáculo impresionante, pero lo único que descubrió es que, sin importar si ya se encontraba mojado o no, sentarse en ese charco resultaba espantoso cada vez.

—No funciona —dijo él.

—No te preocupes, el problema no es el trono. Es que ya has agotado todo tu destello de alma —explicó Majo—. Tenemos que aprender muchas cosas antes de entrenarte seriamente. Pero yo soy bastante mala con dar explicaciones. Así que prefiero que «él» lo haga. Ya debería estar por llegar.

—¿Cómo que él? ¿A quién te refieres?

Entonces, contestando a la pregunta de Ricardo, una persona emergió desde el mismo hueco lleno de agua que había en el centro de la sala. El hombre recorrió la estancia con frescura mientras intentaba conectar una mirada divertida hacia Ricardo.

Expandió los brazos y sonrió con entusiasmo.

—¡Lo hiciste, amigo! ¡Lo lograste! —dijo Luisfer. El hombre llegó hasta él y lo abrazó con fervor—. Me encantó tu dominio del destello. ¡Jamás había visto algo como eso! Tenía entendido de la investidura de destello. Pero esa aura que te rodea para hacer viajes a larga distancia... ¡Es increíble amigo! Cada día me dejas más sorprendido.

El rostro de Ricardo denotaba una confusión que fue sencillo de percibir para Luisfer. El hombre echó una breve risa.

—¿Por qué pones esa car...? —Luisfer se dirigió hacia Majo—. ¿No le dijiste todavía de mí?

—Nah... —Majo observó el semblante de Ricardo divertida—. ¿Le has visto la cara? Me encanta ese rostro de «que alguien me explique algo por amor a Dios». ¡Es genial!

—¿Al menos le dijiste quienes somos? ¿O cree que eres una sirena y ya?

—Ya no tengo la cola de sirena, debe saber que no soy una.

—¿Cómo podría saberlo si no se lo dijiste?

—¡Hey! Le acabo de enseñar a liberar su destello. —Se defendió Majo—. ¿Y sabes qué? Lo hizo a la primera. Y eso no es todo... ¡Era enorme! Me hizo acordar al de madre protectora. —Ella volvió a tentarse y se aproximó a Luisfer—. Y estoy completamente segura de que cree que lo hizo de forma «automática». Intentó sentarse de nuevo y todo. A ese punto llegamos, viejo amigo. Lo que tienes aquí, es un hombre con un potencial increíble.

—Oh... ¿En serio? —Luisfer observó a su amigo con orgullo en su semblante—. ¿Pudiste liberar el destello en el trono?

Ricardo no se atrevió a responder. Su rostro había permanecido en un estado inexpresivo desde que había visto a Luisfer, su amigo de toda la vida, accediendo a un templo a miles de kilómetros hacia lo profundo del mar, en dónde ninguna persona común podría acceder sin la ayuda de una sirena mágica.

¿Cómo había llegado Luisfer aquí entonces? ¿Por qué hablaba con tanta naturalidad con Majo? ¿Ellos ya se conocían?

Y entonces, tras ese razonamiento, surgió una posible solución a sus dudas... ¿Cómo no lo había visto antes? ¿Luisfer también era un sireno? ¿Así se les llamaban a las sirenas masculinas? ¿O se le decía de otra forma?

Ricardo no lo sabía y por alguna razón su mente decidió que sería mejor continuar formulándose aquella duda sin sentido antes de preguntarla directamente a quienes tenía en frente.

—¡Oh, amigo! —Luisfer también se tentó—. Tu mente debe haber colapsado en estos momentos. ¿No es así? —Al ver que Ricardo parecía absorto en sus pensamientos, continuó—. Seguro te preguntarás qué hago aquí o cómo fue que llegué. ¡Bien! Solo para que te quedes tranquilo, te brindaré la información que tu cerebro necesita para volver a ponerse en funcionamiento rápido: Majo y yo somos protectores. Nuestro trabajo es brindarte una protección especial a ti... y a alguien más en particular. Como sabrás, toda persona en el mundo tiene un alma. Las almas como tal, no son posibles de visualizar ni de tocar por una persona. ¿Pero alguna vez te has preguntado cómo sabemos que existe?

DESTELLO DE ALMAS : UN ALMA LIBRE     LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora