Capitulo -7: Disculpas.

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Daishinkan no tenía una idea respecto a que quería si ganaba la apuesta; sin embargo, decidió acceder solo por jugar. En realidad no le importaba obtener una recompensa de parte de Lis.

Lis le extendió la mano y él hizo lo mismo para estrechar sus manos.

Sus hijos y las parejas de estos, comenzaron a jugar al voleibol normalmente. Cómo habían quedado jugaron hombres contra mujeres. Entre risas y ligera rivalidad todo avanzó tranquilamente. Daishinkan y Lis miraban desde debajo de aquella sombrilla de playa a unos metros de distancia. No les prestaban gran atención realmente, solo miraban.

La brisa del medio día en esa playa les golpeaba la cara con suavidad y traía ese aire salado de mar que hacía un ambiente refrescante.

Cómo pensó Daishinkan, pero no había dicho nada, los varones comenzaron a tener un comportamiento más rudo en el juego. El ánimo se ponía cada vez competitivo y energético entre ambos bandos.

Cuando Marcarita golpeó el balón con cierta fuerza hacia el otro lado de la red, para Whis fué inevitable no aprovechar la oportunidad para atacar dando un salto digno de su increíble altura y golpear el balón a mano abierta. Para mala suerte de Ame, estaba debajo de donde el balón caería como proyectil y así su hombro recibió el impacto.

-¡Au! -exclamó al sentir el golpe y de inmediato se tomó el hombro.

No fué un golpe realmente fuerte, pero si tuvo la suficientemente fuerza para provocarle un ligero dolor.

-De eso hablaba -comentó Dai a Lis.

-¡Lo siento! -Whis pasó por debajo de la red para ver si no le había causado gran daño a su prometida- ¿Estás bien, Ame? -preguntó con una ánimo entre lo preocupado y lo dulce... Excesivamente dulce, como decir "perdona a quien te ama".

-Si, todo bien -Ame no le dió gran relevancia- Pero no quiero seguir jugando.

-No, pero si no te golpeó tan fuerte -se quejó Hayami.

Aunque la novia de Mojito protestó en contra de que Ame dejara el juego, está no cambió de opinión y se fue a meter al agua a nadar un rato fuera de ese juego. Ame no era de las chicas que disfrutaba mucho de los deportes y prefería mucho más estar en soledad. Era una muchacha bastante tranquila y algo tímida.

-Minuto 00:24 -señaló Daishinkan mostrándole la pantalla de su teléfono celular en la que mostró el cronometro. Habían estado tomando el tiempo para ser justos- Creo que con esto puedo considerar que es una victoria para mí.

-No haz ganado, Dai -contestó Lis- La apuesta consistía en que sucediera algo realmente caótico en contra de las chicas. Solo fué un golpe pequeño; hasta ellos lo consideran así.

Daishinkan solo rió levemente. Parecía que Lis no aceptaba su derrota, aunque en cierta parte tenía razón, cuando dijo que esperaba algo, era un evento que los hiciera parar a todos de jugar. Por ende decidió olvidar eso por condición que aún quedaban seis minutos.

-Estamos incompletos -señaló Marcarita- Nos falta una.

-No hará gran diferencia. De todas formas perderán -señaló Whis desde el otro lado de la red.

-Eso sería bastante injusto -señaló Lis desde donde estaban con Daishinkan.

Todos voltearon a verla.

-Solo lo dice porque mi padre y usted han estado apostando -se quejó Whis- No crean que no lo noté.

Lis y Daishinkan se miraron y ella solo se encogió de hombros.

-Solo me entretengo con algo -dijo ella pegando su espalda contra el respaldo de la silla.

-A cuestas de...

Luna de Media Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora