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Las clases habían concluido minutos atrás, y Penelope quería aprovechar para ir rápido en busca de más flores; por ello, decidió despedirse de sus amigos e ir por su cuenta a casa, en donde tenía todo un jardín con flores de donde elegir las más bellas para Isaac.

Por el camino, pensando en si sería muy pronto el volver a entregarle flores ese mismo día, se dio cuenta que cruzó al lado de una pequeña tienda. Estaba repleta de arreglos con colores blancos y distintos tonos de rosa, y un enorme cartel con letras magenta "Miss Head" con una vitrina en donde exhibían productos perfectos para regalar, incluyendo caramelos y chocolates. Eso último llamó su atención, pues si algo sabía de Isaac era que tenía un gusto por los chocolates, aunque más que nada el blanco, o eso suponía.

Recordaba que en uno de esos típicos trabajos en grupo que daban en el instituto, él había quedado justo en su mismo grupo. Ya no recordaba de que era el trabajo, solo recordaba al rubio traer regularmente algunos chocolates y de vez en cuando ofrecérselos a ella mientras trataba de concentrarse en algo que no fuese el rubio. Fue la burla de sus amigos en esos días por lo distraída y "apendejada" que se ponía.

Con eso rondando en la cabeza, ingresó a la tienda con algo de pena, buscando rápidamente los chocolates para poder pagarlos e irse. Cuando los encontró y fue a la caja, una chica de pelo rosa se acercó con rapidez a ella con una actitud muy enérgica y animada.

— Holis, querida cliente, ¿solamente vas a llevar eso?— Penelope pego un pequeño saltó, al no esperarse la presencia de la otra chica al revisar su celular para verificar la hora, pero trato de disimular el nerviosismo — podrías llevarte eso junto a un nuevo perfume de la tienda, que seguramente sería un buenísimo detalle junto a los chocolates. —

— Ho-hola, solo eso, gracias. — pudo observar a la chica con algo de detenimiento mientras colocaba los chocolates en un bolso de papel y otros detalles que eran una "marca personal"

Era una chica linda, debía admitir; le gustaba su maquillaje, y los brazaletes rosas brillante combinaban con todo su outfit. Mirando, observo el gafete de la chica que decía "Cecilia" y antes de poder poner atención a alguna otra cosa, tenía a la vista su compra en un bolsón en perfecto estado, y con una fragancia dulce. Le sonrió a la chica y dio el dinero, antes de retirarse de la tienda.

— ¡Gracias por tu compra, corazón, y que tenga buen día. Vuelva pronto! — fue lo que escuchó antes de salir por la puerta.

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Ya en su casa, saludo a su padre que se encontraba en la cocina y fue a su habitación para guardar sus cosas de la secundaria y cambiar su ropa a una más apta para tratar con su pequeña huerta y jardín en el patio trasero.

Luego de eso y de colocarse protector solar y un sombreo que la cubriera del sol, salió y se quedó cuidando de sus plantas por varios minutos. Realmente adoraba pasar de esa forma su tiempo, la hacía sentir muy feliz ver los pequeños cultivos que ella misma sembró.

Luego de haber hecho todo eso, fue junto a sus flores, observando aquella pequeñita flor de pétalos blanco que se ubicaba en su jardín. Para esa ocasión, luego de haberlo meditado, prefería poner a esa pequeña en una maceta en vez de un ramo, parecía una mejor idea darle a su enamorado una flor en condiciones más favorables para poder preservarla y apreciarla mejor, a simplemente darle un ramo destinado a pudrirse con los días. Y así lo hizo, busco sus materiales y puso la flor en una pequeña maceta. Junto a los chocolates, puso una pequeña nota esa vez y fue a darse una ducha rápida.

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Habiéndole avisado a su padre de que saldría un rato, fue directo a la casa del rubio, repitiendo los mismos pasos hasta llegar a la entrada del hogar de su crush, soltando un suspiro antes de tocar el timbre y dejar los regalos en el suelo de la entrada, volviendo a esconderse en el lugar del otro día, expectante de ver nuevamente a reacción del contrario a aquellos nuevos detalles.

Oyó el sonido de la puerta abriéndose, y pudo observar a Isaac. Esta vez lo primero que hizo el chico fue mirar a la altura de sus pies, encontrando la flor y una bolsa de papel con muchos detalles. Alzó la vista, mirando a los costados por unos segundos, esperando ver a alguien, sin conseguirlo, restándole importancia en el momento de agarrar los obsequios, con una sonrisa de lado. Volvió la mirada al frente una vez más, para luego ingresar y ver que era la caja.

Penelope, al ver sus expresiones, estaba satisfecha. Con solo verlo feliz ya le bastaba por el momento, y cuando sintió que ya era seguro salir fue directamente a su casa, mientras le texteaba a Kenny sobre lo de hace unos minutos, pues era la única persona con la que sentía podía compartir aquello.

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Hola



Chau.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2022 ⏰

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Ten una flor [Sumbra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora