Por y Para Siempre

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Por y Para Siempre by Alisseawarren.

La rubia se alejó del híbrido a velocidad vampírica, apenas cruzo el umbral de la terraza en aquella sencilla cabaña, apartada de la escuela Salvatore, y pese a sus palabras de ánimo, en cuanto estuvo lo bastante lejos, se logró de cómo las lágrimas rodaron por sus mejillas, sin llegar a comprender por qué lo hacía.

Mirando el anillo que llevaba moviendo su cuello desde hacía ya demasiados años, suspiró y se alejó paso a paso, hasta que, sin darse cuenta, terminó en aquel mausoleo, en el cementerio de Mystic Falls, frente a la tumba de su esposo.

Una parte de Caroline Forbes sabía desde hacía mucho que Stefan Salvatore nunca fue realmente su destino, no estaban hechos para ser felices el uno con el otro. Mientras ella, en el fondo, agradecía su naturaleza vampírica, que la hizo madurar y ser mejor persona, mejor amiga, Stefan siempre añoró su humanidad, poder tener una vida sencilla y envejecer junto a la mujer de su vida, pero Caroline nunca fue esa mujer

El hecho de que su esposo muriera la misma noche de su boda, casi fue como una señal, y aunque le lloró durante un tiempo, cada vez era más consciente de que, quizás, fue un error desde el principio.

Siempre querría a Stefan, pero sus sentimientos se confundieron cuando ambos estaban en un mal momento, solos, después de perder aquellos que más querían... Ella, a su madre, y él, a su verdadero amor, su mejor amiga, Elena Gilbert .

En el fondo su relación nunca salió bien. Demasiados obstáculos, demasiados problemas, pero por encima de todo, Caroline tuvo que asumir la prueba más contundente. Ella estaba enamorada... no de Stefan, sino de lo que él representaba. Ese amor puro y eterno, que alguien pudiera elegirla por encima de todo, verla y entender, solo con cruzar su mirada, que ella era su alma gemela, que fuera capaz de luchar contra todo y todos por ella... Siempre se lamentó por no tener algo así, porque eso fue lo que Stefan le dio a Elena, y lo que ambos trataron de encajar después, creyendo que, limando las piezas de una maravillosa amistad, podría compararse al amor épico de novela que él ya había vivido, y que ella siempre deseó.

Y ahora, años después, se dio cuenta de que lo había tenido todo el tiempo delante de sus narices...

Había querido ser fiel a sus amigos, convencerse de ello, respetar a Alaric por sus hijas, porque, aunque no ocurrido biológicamente suyas, al menos no del todo, las había criado como tal, y quería que tuvieran una vida, con un padre y una madre, aun cuando no hubiera sentimientos de ese tipo, al menos por su parte.

Pero lo cierto es que Klaus no había sido el villano en su historia, sino justamente el amor épico que debía aceptar. Porque incluso con sus inicios, las peleas, o las veces que intentaron matarse el uno al otro, nunca habían querido hacerse daño, y Klaus había demostrado ser capaz de todo por ella...

Por eso Nueva Orleans fue el primer sitio al que se le ocurrió ir cuando ella y sus niñas estuvieron en peligro, por eso ahora era imposible de aclarar que no cuando le rogaba su ayuda para salvar a su hija...

La rubia no podía creer que todo ocurriera de nuevo. Que después de tantos años, de ese "no importa cuanto también tarde", ahora perdiese a Klaus...

Se dio cuenta de cuánto llevaba llorando cuando notó la luz de la luna iluminar las letras de la placa en la pared de piedra, y por un momento alzó la mano, acariciándolas con el recuerdo del que, más que su verdadero amor, fue su mejor amigo

Pero recordar a Stefan le llevó a recordar algo, que quizás, entre la marcha de Bonnie, la concurrida y feliz vida de Elena, y el hecho de que llevara tantos años preocupándose más de su escuela de que los problemas que pudiera haber tras sus puertas , parecían haberle hecho olvidar. Que Caroline Forbes no se rinde con aquellos a los que quiere.

One-Shot KlarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora