A escondidas.

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N/A: inspirada en la canción de Miranda, Yo te diré.

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“Bésame”

–No quiero pensar ahora Luzu, hazme el amor– susurró el alcalde Quackity contra los labios de su asistente y amante Luzu, quien ya lo tenía contra ese escritorio, repleto de papeles, peticiones, y más burocracia de mierda que le daba un dolor de huevos cada día.

–Lo que el alcalde pida– ronroneo el castaño, rozando su erección contra la de su amado pato, sacándole un gemido al moreno.

Sin duda Luzu le hacía perder la cordura, cuando lo besaba, el sabor a sus labios le enloquecía, le excitaba más que cualquier otra persona en su vida.

“Tan extraño es 

Tienes el sabor 

De lo equivocado”

No le importaba estar casado con Rubius, él a quien de verdad amaba era a ese emo que tenía todo el tiempo en esa oficina solo para él, sirviendo de asistente, tan leal, tan entregado a sus deseos, una vez aceptando sus sentimientos eran como conejos, buscando cualquier excusa para entregarse.

Quackity lo recuerda muy bien, Luzu completamente deprimido por el día de su boda con ese rubio precioso, en una esquina ebrio, lamentando no ser él quien corta el pastel a su lado; cuando todos estaban lo suficiente ocupados felicitando a la novia, Quacks aprovechó para alejarse en búsqueda de su “Lusu”.

–¿Qué te pasa Lusu? ¿Acaso mi boda no te pone de buenas? Si hasta invité a mis pinches primos– el moreno tomó asiento a su lado en ese rincón alejado de la vista de todos los invitados.

–Es que ese debería ser yo, Quackity, yo te quiero mucho, Rubius no te quiere y yo sí– rompió en llanto, perdiendo toda vergüenza a causa del alcohol en su organismo, qué más daba si Quackity no le correspondía, al fin le estaba diciendo lo que realmente sentía por él, sin previo aviso, el menor unió sus labios, el sabor de las lágrimas se mezclaba con la saliva embriagante de Luzu, nada, jamás se compararía con el sabor de ese beso, le sabía a gloria. Quackity monto a luzu, profundizando más el beso, el castaño solo pudo reaccionar tomándolo de las caderas para hacer una fricción deliciosa entre sus pelvis.

~ Ah ~ un gemido abandonó los labios del pelinegro, quien con sus manos comenzó a liberar la erección del mayor, masajeandolo para brindarle más placer, despues comenzo a bajar sus pantalones dejando al descubierto sus glúteos, las manos de Luzu viajaron a ellos, masajeandolos –Tocame pinche Luzu– ronroneo el menor, haciendo ligeros movimientos sobre ese hombre de traje.

Luzu no podía creer lo que estaba a punto de suceder, debía estar alucinando por el alcohol, ese joven acababa de contraer matrimonio, y prefería estar ahí, con él, el pecho podría estallarle en ese instante. Con manos torpes, quería preparar a ese joven para entrar en él, ingresó un dedo en su cavidad del moreno, que ya se encontraba ligeramente lubricado, metió un dedo más y Quackity trataba de profundizar esos leves embistes ~ Ngh ~ los jadeos de Quackity eran tan preciosos y delicados como él.

–Ya cogeme Lusu, por favor– susurró ese joven, se veía hermoso sonrojado, Luzu acató esa orden y entró en él con un embiste, Quackity tuvo que morder sus labios para no gritar, el castaño le dio unos segundos para acostumbrarse a él, sin duda, estar con su amado pato en ese momento, tan real y tan único le llenaba de tanto placer, tomo las caderas de ese joven, empezando un tortuoso vaivén, a la mierda si alguien los veía en ese bosque, solo quería seguir hundiéndose y sacarle suspiros a ese precioso hombre que lo estaba montando como nadie.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2022 ⏰

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