Capítulo 3

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ㅤㅤㅤA partir de ese día, obviamente Jeongin no pudo sacarse a Hyunjin de encima. El mayor comenzó a visitar el apartamento bastante a menudo. No siempre iba detrás de Jeongin, a veces pasaba el rato comentando películas o series en compañía de Felix, otras en la habitación de Minho. Visitaba la habitación de Jeongin los domingos en la tarde y/o los lunes en la noche, los días que Jeongin no trabajaba. En un principio apenas hablaban, con el paso de las semanas unas pocas oraciones evolucionaron a charlas casuales.
De intercambiar links esporádicamente de tweets, tiktoks o reels, pronto pasaron a chatear en los ratos libres que encontraban durante el día. Jeongin que pocas veces usaba el teléfono en horario de clases o laboral comenzó a chequear la pantalla cada dos por tres, revisando si tenía notificaciones del mayor.

-Empecé dictando clases de zumba. -comentó Hyunjin tentado de risa.

-¿Zumba? -Jeongin explotó en carcajadas, sus ojos no tardaron en empañarse.

-Mira.
Hyunjin se puso en pie y se dejó caer en la cama junto a Jeongin, desparramando las piernas despreocupadamente sobre las del menor. Jeongin contuvo el impulso de husmear la pantalla mientras Hyunjin revisaba la galería de fotos en su teléfono. «Aquí está»; le pasó el aparato a Jeongin.

ㅤㅤㅤ Si Jeongin lo hubiera descrito, el adjetivo «hilarante» hubiera funcionado como un excelente complemento. Se trataba de un video de Hyunjin dando clases de zumba a un grupo mayoritariamente compuesto por señoras de mediana edad, vistiendo ropa flúor de estilo similar a la que estaba de moda en los años 80'. Jeongin no pudo evitar doblarse de risa, Hyunjin terminó avergonzándose y golpeándolo con una almohada, reclamó el teléfono de vuelta.

-Fueron mis primeras clases en un centro comunitario. -explicó Hyunjin una vez Jeongin pudo calmarse. Hyunjin sonrió con ternura-. Es un bonito grupo. -Le enseñó una foto grupal de la clase.

-Se ven simpáticas... -comentó Jeongin- ¿No volviste a dar clases de zumba? -preguntó curioso.

-Oh, una que otra vez me llaman para que lo haga; pero son veces puntuales. -explicó Hyunjin. Se apegó al costado de Jeongin en confianza-. Es difícil coordinar, todos los días doy clases en la academia, desde que se creó un nuevo grupo competitivo mi horario se extendió un poco y justo coincide con los que manejan en el centro.

-Hombre ocupado. -Jeongin sonrió-. Se nota que lo disfrutas.

-No te preocupes, Innie. Siempre tendré tiempo para ti. -canturreó Hyunjin. Estiró un brazo y le pellizcó una de sus mejillas. Jeongin gruñó-. Soy afortunado de poder trabajar en lo que me gusta. Al principio no estaba convencido porque no es la típica profesión que te impulsan estudiar; pero al menos quería darme esa oportunidad. -explicó-. Aunque igual iba a hacer lo que quisiera. -Se carcajeó.

-Ya. -Jeongin suspiró satisfecho.

ㅤㅤㅤ Jeongin no podía negar que por primera vez en mucho tiempo sintió paz verdadera. Había extrañado a Hyunjin y mucho. Sí, habían madurado. Hyunjin seguía siendo caprichoso y lleno de mañas; pero se había vuelto muchísimo más sensato. Jeongin se expresaba mucho mejor, la carrera de letras se lo había exigido. Comunicarse fue muchísimo más fácil.
ㅤㅤㅤ Cumplido un mes y medio de visitas continuas, Hyunjin convenció a Jeongin de visitar la academia de baile. Jeongin fue y lo disfrutó. Hacía tiempo había perdido la esperanza de estar presente en momentos así, se sintió irreal.
Hyunjin se veía muy feliz, brillaba. El pecho de Jeongin se sintió liviano, sentado en uno de los sillones. Encontraba la mirada de Hyunjin en el espejo, quedó profundamente fascinado al ver la pasión vibrando en los ojos del mayor. Hyunjin transmitía una energía hermosa al bailar y parte de esa energía se la dedicaba a Jeongin.
ㅤㅤㅤEn cada descanso, por más pequeño que fuera, Hyunjin correteó hacia él para preguntarle qué tal le había parecido su baile. Jeongin no pudo ocultar su sonrisa, escuchando a Hyunjin mientras hablaba sobre los integrantes de su crew; se sintió feliz.

Bienvenido - HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora