『Dulce cumpleaños』[Brothers Conflict - One-shot]

Capítulo único

"No puedo negarte que mis sentimientos se fortalecieron con el tiempo.

Tampoco puedo negarte que observo cada detalle de tus días para saber más de ti.

Es inevitable no apreciar esa actitud que muestras cada día.

Eres un dulce regalo que marcó mi vida".

『Dulce cumpleaños』

...

­­— De esa manera ya no tendrás complicaciones cuando desees cortar... ­­— Interrumpe su explicación al ver a la castaña observando un punto fijo. ­­— ¿Sucede algo, Ema? ­­— Pregunta un tanto desmotivado al notar que no se le prestaba atención. Desocupa sus manos para así escuchar la respuesta de su acompañante.

— ¡Ah, discúlpeme! — Respondía avergonzada mientras desviaba la mirada nuevamente. — Comencé a recordar unas cosas y simplemente dejé de escucharle, en verdad lo siento. — Bajaba la mirada esperando que el rubio no terminara la conversación. — Por favor, continúe. — Sus labios muestran una ligera sonrisa y vuelve a tomar los utensilios para seguir con la clase.

Ukyo observaba a Ema detenidamente, era extraño ese comportamiento. Ella era un libro abierto cuando se trataba de sus emociones, aunque quisiese ocultar algo a cualquiera de sus hermanos, era inevitable conocer lo que le sucedía, solo que en esta ocasión fue diferente. ¿Habrá sido algún recuerdo que solo no quería mencionar para no hacerle sentir incomodo o molesto? 

— Puedes hablarme de cualquier tema si te sientes segura de hacerlo, Ema. — Con una voz tenue y dando un paso hacía delante para tener más cercanía con la menor, alza su mano para reposarla en uno de sus hombros. Mueve sus dedos dando una ligera acaricia, esperando que esa fiel confianza que le tenía desde hace tiempo se expusiera para así recibir el apoyo que él consideraba que necesitaba.

Ema gira su cabeza para observar el rosto de Ukyo. Ella considera que Ukyo es un hombre serio y bastante estricto, pero si se le escuchaba atentamente su opinión, lograbas identificar una inmensa serenidad y empatía en sus palabras. Es verdad que siempre buscaba una solución para todo y resultaba ser un tanto terco porque se buscaba una respuesta para todo, sin embargo, si en ese momento no podías expresarte esperaba, esperaba todo el tiempo que necesitaras, permanecía a tú lado aunque el ambiente fuese simplemente jntranquilo y silencioso.

— Realmente no es algo de que preocuparse. — Respondió casi de inmediato. —  Pienso que fue nostalgia por el tanto tiempo que he estado con todos ustedes.

— ¿Nostalgia? — Inclina su cabeza hacía un lado, curioso por la respuesta. — Es verdad, han pasado años y pareciera que solo ha sido unos cuantos días de tú llegada. Apareciste de repente aunque nosotros ya sabíamos que tendríamos una visita permanente, te volviste una persona bastante esencial en esta familia. — Se detiene un momento dándose cuenta que ahora quien interrumpió fue él. — Lo lamento, continua. — Ajusta sus anteojos para no hacer notar su nerviosismo.

— Está bien. — Ríe ligeramente al darse cuenta del gesto de Ukyo. — Agradezco mucho su respuesta y su preocupación.

Ema se sentía bastante segura a su lado, amaba su familia por supuesto, pero Ukyo fue quien más le entendió en aquellos momentos más difíciles, quien más apoyo y comentarios sinceros le brindó; todos eran tan amables en sus palabras, Ukyo aclaraba realidades aunque él consideraba que no era el más adecuado para decirlas dado a su actitudes en el pasado.

— Muchos de ustedes han dicho que he sido el mejor regalo que han recibido en su vida, y sinceramente, me avergüenza mucho escucharlo. — Un ligero rubor en sus mejillas empieza aparecer. — No estoy diciendo que no lo aprecio, en verdad lo hago, solo que si comparamos acciones, ustedes son el verdadero regalo que cualquier persona puede obtener.

Ukyo miraba sorprendido a Ema, no esperaba un cumplido tan de repente y menos que su motivación de aquel comentario fuera recordar su llegada a la residencia. Sus hermanos se prestaron en brindarle inmensas cantidades de amor que podían resultar agobiantes si se lo preguntaban, tanto así era que se volvió un protector para evitar cualquier trato que le disgustara, sin embargo, no consideraba que sus acciones se consideraran tan preciadas; se volvió una costumbre. Y si hablábamos de confesiones, su amor lo aparentó en un aprecio desinteresado, ya que es lo que le quedaba, no deseaba unirse a un conflicto que solo causaría complicaciones en la corta llegada de Ema a su hogar.

— Considero que todos debemos agradecer las buenas acciones de los demás, ¿no es así? — Ukyo asiente con la cabeza. — Agradezco todo lo que ha hecho por mí, nunca haga menos lo que hace por lo demás.

— ¿Por qué me dices todo esto? — Su corazón se sentía alegre si así se podría expresar, solo que la confusión era más inmensa que su emoción. — Pareciera que maduraste demasiado rápido de un momento a otro. Sé que te mencioné que estando en la universidad debías comportarte como adulto pero... no es necesario cambiar por completo.

— Consideré que era una buena oportunidad para decirle todo esto, también estoy sorprendida por hablar de esta manera. — Ríe por un momento para lograr pensar qué decir a continuación. — Ukyo es alguien que he querido demasiado, solo no sabía cómo expresárselo. — Fijando su mirada, puede notar que los ojos de Ukyo comienzan a brillar como si quisiese ocultar la emoción por sus palabras. Esos ojos estrictos que no perdonarían la vacilación del corazón, bajó aquel rigor al notar que entendía la intención de sus palabras  — Solo quería decirle lo tanto que lo quiero.

— Ema. — Ukyo se acerca al rostro de Ema, esperando que su próxima acción fuese permitida.

Aquél beso que compartieron cuando sus labios se encontraron era tan dulce como un delicioso pastel de cumpleaños. Se dieron cuenta que no hubo como tal una confesión de por medio, el mensaje que quiso darse desde hace mucho tiempo ya había sido respondido y correspondido.

— Siempre quise hacer esto. — Empezó hablar Ukyo cuando el beso terminó. — Gracias por permitirme ser el regalo que más aprecias y amas. — Susurrando lo anterior, sus labios volvieron a unirse demostrando su afecto.

"Aunque pasen los años, serás siempre la persona que más querré."