"Escándalo". | Lionel Messi | Guillermo Ochoa [BL]

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México vs Polonia.
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—¿Y es cierto? —Messi pregunta detrás de Ochoa, siguen acostado en la cama, el alfa abrazado detrás del omega.

—¿Qué cosa? —Guillermo pregunta aún con los ojos cerrados disfrutando el ser sostenido por Lionel. La noche había terminado de maravilla, se sentía mucho mejor que cuando salió de la entrevista. Y esa mañana, Dios, realmente había extrañado a Messi y su forma de dar los buenos días.

—Que sales con Vega. —el alfa bromea, lo que se gana un insulto y un codazo de parte de su novio, quien le acusa de ser medio idiota. —Lo siento lo siento. —Messi se ríe sin poder evitarlo, deteniendo de que Guillermo se levante molesto de la cama. —Quiero un día poder marcarte. —confiesa nuevamente abrazando fuerte al omega, restregando la nariz detrás de su cuello, donde su aroma era tan intenso. Realmente le gustaba demasiado, aunque a veces también le causaba hambre.

Ochoa no dice nada, sólo sostiene la mano de Messi sobre su estómago, entrelezando sus dedos. Él también quería eso, quería tantas cosas, pero por su carrera no podría tenerlas sin causar un alboroto y perder todo por lo que había peleado.

[...]

Empate, habían quedado 0 a 0 en el primer partido, no sabía cómo sentirse. Si aliviado porque Polonia no anotó ni un gol o decepcionado porque su equipo no metió ninguno.

—Hey, Ochoa. —alguien le llama en los vestidores luego del juego, es uno de sus compañeros de equipo. —¿Vienes está noche? —pregunta, ganandose una mirada confundida de Guillermo. —Varios equipos organizaron una cena, estamos invitados.

—¿Quienes más irán? —pregunta curioso mientras se levanta luego de haberse cambiado, sintiendo una pequeña emoción atascada en su garganta cuando Argentina es mencionada. —Nos vemos allí. —se despide rápidamente.

Saliendo del estadio, quiere apresurarse para poder ver el partido de Argentina contra Arabia Saudita, el cual ocurriría en unas horas. No podría estar entre los fans en las grandas, pero al menos apoyaría a Lionel desde la habitación del hotel.

—Buenas. —entra rápido en una farmacia, debía hacer esa parada antes. Sin darse cuenta había olvidado sus supresores, lo cual sería un problema para las semanas que aún estarían allí. La última pastilla se la había tomado al llegar a Qatar y el efecto ya estaba pasando. Podía sentir sus feromonas notarse incluso por sobre el jabón. Guillermo no era como los demás omegas, su aspecto físico no era lo único que lo demostraba, sino también sus feromonas. Eran más fuertes de lo normal, por eso las ocultaba con jabones neutros y supresores, los cuales eran tan fuertes que ni siquiera necesitaba tomar anticonceptivos, funcionaba de ambas formas.

—Disculpe, aquí no vendemos eso. —el encargado del lugar le dice dándole una mirada que dice bastante.

—¿Sabe algún lugar donde los pueda conseguir?

—En este país no está permitido esa clase de medicina. —el hombre le habla en un tono bastante irritado, así que Guillermo se va sin buscar ningún problema. Debía haber algún lugar donde podría comprar los supresores.

[...]

—¡Hey! —Lozano le atrapa en un abrazo amistoso. —¿Dónde has estado? Ni siquiera contestas tu teléfono ¿Viste el partido? —pregunta.