Déjame robarte despiadadamente dulce
un beso de los labios.
Resfriar tu nuca con el tacto acalorado de mi dedo meñique.
Componerte una sonrisa seria,
una mirada sincera
y una canción desafinada.Déjame apartar de la poesía
para leer tus gestos en prosa.
Embriagarme con el vino tinto
de tu cabello recién cortado
y que mi cuerpo enloquezca en la cordura que regala tu presencia.Déjame darte paz
en estos tiempos de tempestades.
Perderme en esos inmensos y penosos ojos negros.
Romper mi mandarina
y darte un pedazo.Déjame creer en las otras vidas
-dónde coincidieron mis poemas
con tus libros-.
Déjame,
pero no te vayas.
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Mujeres a mis espaldas
RandomEscritos inspirados por mujeres que han pasado por mi vida. No todas han sido mis amantes. Algunas son solo amigas, de esas que sientes como tú misma. Sin embargo, cada una tiene un espacio es este cuaderno de letras con aires femeninos.