Santos
Santos regresó a la capital, no podía evitarlo seguía haciéndolo una y otra vez; Barbara se había apoderado de su vida sin siquiera intentarlo, estaba determinado a encontrarla definitivamente esta vez.
Por eso decidió recurrir a la ayuda de su ex Luisana, a decir verdad habría preferido no tener que recurrir a ella con lo mal que habían terminado las cosas además ya la consideraba parte de un pasado al que no quería regresar, hacía casi 4 años que no sabía nada de ella, estaba seguro que Marisela aun hablaba con Maurice pero nunca se enteraba de qué, pues esos eran temas que solo le correspondían a su mujer. El mayor problema con su relación si debía decirlo, era la falta de comunicación, al principio era obvio el interés que existía entre las actividades de cada uno pues estaban disfrutando de las mieles del amor y de conocerse mutuamente pero pronto Marisela comenzó a excluirlo de sus planes de vida y a él no le quedo de otra que hacer lo mismo.
Ahora que estaba frente a la puerta de la enorme casa de su ex-novia, pensaba en lo distante que parecía esa vida en la que ella fue a Altamira y Marisela lo celaba con locura... No queriendo retrasar más el asunto Santos tocó el timbre y esperó.
Cuando la puerta se abrió fue recibido por un hombre de traje negro quien en un principio se notó reacio a dejarlo pasar hasta que la voz de su ex resonó desde el fondo de la casa:
-¡Santos! que alegría saber de ti.
Él observó como la mujer se lanzaba hacía el para abrazarlo con fuerza mientras agarraba su mano para conducirlo dentro de la mansion.
-Dios mío Santos ha pasado tanto tiempo - Luisana continuó eufóricamente- Bueno pero cuéntame que es eso que necesitas con urgencia.
La mujer no paraba de hablar como él la recordaba, sonrió mientras se sentaba, Luisana sirvió un par de tragos para los dos y se sentó frente a él.
-Te llame porque necesito tu ayuda para encontrar a alguien...- Santos comenzó a hablar
-Oh! pero debe ser importante para que hayas decidido acudir a mí ¿de quien se trata?- Dijo ella genuinamente interesada.
Santos hizo una pausa antes de emitir algún nombre, considerando por un momento si era una buena idea pues no podía olvidar la turbulenta relación que hubo entra la mujer en frente suyo y la casica.
-Necesito encontrar a Barbara Guaimaran
Los ojos de Luisana se abrieron de par en par, mientras una expresión de sorpresa abandonaba su boca.
-¡Qué! Santos, no puedo creer que sigas tras esa mujer, pensé que ya habías superado ese capricho tuyo...
Luisana no lo iba a admitir pero su primo la mantenía al tanto de la vida de su ex, sabía que se había casado con Marisela, que se había quedado en el Arauca a vivir su sueño de ganadero, sabía que "La Doña" ya no estaba en el panorama, de hecho pensaba que la vida por fin había puesto todo en su lugar; así que ver a Santos frente a ella con un semblante de derrota y preguntando por esa mujer le hizo darse cuenta que en realidad nada había cambiado.
Santos se paso las manos por la cara y luego por el cabello, suspirando en el proceso...
-Por favor Luisana, no necesito sermones ahora... me vas a ayudar o no?
La mujer hizo una mueca de disgusto al mismo tiempo que agarraba su vaso y le daba un trago largo.
-El embrujo en el que te tiene ese mujer definitivamente es muy efectivo... ¿Marisela sabe que estás buscando a su madre?
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[TU AMOR ES UN ABISMO]
FanficCuando Bárbara abandonó El Progreso lo hizo huyendo de su pasado, buscando la calma que tantos años de venganza le habían negado, sin embargo el destino la arrastrará nuevamente hacía ese pasado cuando Santos Luzardo la vea un día en un mercado de f...