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Ulises D'Amico

Fue un viaje intenso hacia Grecia.

-Odio estos viajes- mire a Mario

Él había venido conmigo al viaje.

-Somos dos- buscamos el taxi que nos llevaría a nuestro hotel.

-Ahí está- señalo a un chico con mi apellido en un cartel

-¿D'Amico?-

Asentí

El tomo rápidamente nuestras maletas y la subió a su maletero.

Condujo por media hora hasta el hotel en donde me estaría quedando.

Al llegar al hotel teníamos dos habitaciones que nos habían pagado por nuestra estadía.

-Estoy muerto en vida- me queje mientras subíamos por el elevador

-Somos dos, el viaje fue muy malo- asentí mientras sacaba mi celular

Quería hablar con ella, pero teníamos mucha diferencia de horario.

Solo le avise por mensaje que había llegado bien.

-Yo iré a dormir- le avise a Mario

-¿No tienes hambre?- negué rápidamente

-Estoy muy cansado- abrí mi habitación

-Bueno nos vemos entonces mañana para la primera reunión- asentí para entrar

Me quité rápidamente mi saco, me di una ducha corta y me fui a dormir.

Ese viaje me había dejado agotado y no era para menos viajar con una chica atrás que tenía un niño un poco incomodo por el viaje tan largo hizo que nadie pudiera descansar.

Luego de darme mi ducha y estar a punto de tirarme en mi cama a dormir escuche mi celular sonar.

Su nombre apareció en mi pantalla y fue inevitable sonreír.

Llamada

-¿Qué hace mi reina despierta a estas horas?-

-Estaba esperando por saber que llegaste bien- mi corazón latió deprisa por su comentario

-Sabes que ya mismo debes trabajar-

-Lo se, pero no podía estar en paz sin saber de mi novio- mordí mi labio inferior

-Haces que te extrañe ya amor-

-Desde que te fuiste empecé a extrañarte-

-¿Van a salir?-

-No amor, no pudimos descansar nada en el vuelo por un bebé. Mario y yo decidimos descansar hoy para mañana estar listos para trabajar-

-Lo siento mucho amor-

-No es tu culpa hermosa- me tire en la cama con el celular en mi oreja

-¿Vas a dormir un poco más?- espere por su respuesta

-Si-

-Desearía estar a tu lado para abrazarte-

-Quiero que estes aquí ya-

-Intentare que esto sea rápido para poder volver a verte-

-Está bien-

No tenía que verla para saber que tenía un puchero

-Te amo mi vida-

-Yo también a ti –

Poco a poco nuestra conversación se fue haciendo casi nula, hasta que los dos terminamos dormidos.

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora