Asesina (parte 2) / Un asesino en Lakewood. Capítulo 25.-

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─ Eso no puede ser cierto!, Madame no puede habernos culpado.

─ "Madame" ha sido clara de cuáles eran sus intenciones, ella solo quería sanar y ayudar a su sobrina, protegerla de sus propias pasiones; mientras que ustedes se han aprovechado de la anciana para cometer los más absurdos delitos. ─ decía Miller en pleno interrogatorio.

─ Ha quedado claro que ustedes tenían algún tipo de acuerdo, y les recuerdo que ella es una respetable dama de la sociedad, no le será difícil a algún bufete de abogados demostrar que ustedes tergiversaron el amor que movía esta anciana, y la obligaron de alguna manera a entregarles a su sobrina, a la que ustedes han sometido un sinfín de actos de tortura.

─ Eso no es cierto, ella siempre supo que la señorita sería sometida a un novedoso tratamiento para corregir sus fijaciones y conducta destructiva; cosa que hemos logrado, su estado actual solo obedece a secuelas de daño neurológico colateral y además estaba al tanto de los riesgos.

La incredulidad en los rostros de los hombres al escuchar sus palabras le dieron la pauta para continuar.

─ Mis experimentos en la inducción de esta terapia eléctrica en pacientes psiquiátricos han demostrado que soy capaz de aquietar a la conducta violenta, entre otras desviaciones de personalidad en mis pacientes y Borys es mi mayor logro, había sido condenado a usar una camisa de fuerza en una habitación de seguridad extrema, dentro ese centro de salud, que ustedes mencionan y donde lo conocí. Ahora son testigos de que es un ser capaz de obedecer instrucciones y ser productivo para la sociedad.

─ ¿Está usted loco!?, ¿acaso cree que no sabemos, que su cómplice es solo una marioneta sin voluntad propia, que solo obedece únicamente a sus órdenes?, usted no solo lo sometió a un procedimiento experimental no autorizado, sino que además lo ha convertido en un asesino.

─ Ese pobre enfermo era inservible, había sido abandonado por su familia porque estaba totalmente trastornado, no se le podía dejar salir nunca más. ¡Yo le proporcioné una segunda vida!

─ ¿Y qué cree que hizo con Elisa Leagan?, ¿a cuantas personas más ha usado como conejillo de indias con esos apocalípticos artefactos eléctricos que hemos encontrado?

─ Son ustedes unos ignorantes, esos instrumentos son capaces de tocar áreas del cerebro donde nuestras manos no llegan; no obstante, la paciente Leagan comenzó sin mostrar mejorías, era como si su carácter obstinado y su malcriadez se interpusieran en mis tratamientos, es por ello que aumentamos los niveles de intensidad, así como también el tiempo exposición, eso sí funcionó mejor, pero por petición de Madame, todo vestigio de su obsesión debía ser borrado, no solo para el bien de la familia, si no que para ella misma; por ello no me quedó más remedio que someterla a una cirugía, para eliminar ciertas áreas de su cerebro.

El desprecio en las palabras del medicucho fue palpable, ante los ojos de los policías fue claro que su cuerpo pequeño y grotesco albergaba un ego gigantesco y una crueldad insospechada; ellos lo habían hecho hablar al fin, dieron en el clavo, atacando la efectividad de sus investigaciones y ahora el hombre no paraba de hablar vanagloriándose de sus actos.

─ Esa mujer, es solo un numero adverso en las estadísticas de recuperación de mis pacientes y ustedes, campesinos de pequeño entendimiento, lo podrán ver cuando este procedimiento sea develado ante la comunidad médica y se convierta en la solución a los males de la mente humana.

Aquel discurso reflejaba los aires de grandeza que perseguía el hombrecillo, no obstante, dejaba en evidencia como los dones del ingenio y la inteligencia podían convertirse en una maldición para el hombre si eran otorgados a individuos sin alma, ni principios.

ASESINA (II) / UN ASESINO EN LAKEWOOD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora