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Aquella tarde, cuando Jeon Jungkook llegó de la escuela nunca pensó que no volvería a tener que preocuparse por ésta y sus deberes escolares. O que no volvería a preocuparse por casi nada, en realidad.

Un día como cualquier otro.

Jungkook despertó, se alistó y salió de su casa. Llegó a la preparatoria e hizo lo que se hace ahí, tomar atención a lo que los profesores dicen frente a una clase que es completamente dependiente de su juicio. Todo como siempre, incluso más aburrido de lo normal.

Taehyung no había asistido esa mañana. Según lo que le contestó cuando le cuestionó, fue porque se quedó dormido y ya le dio flojera levantarse. No era la primera vez que hacía algo así, pero nadie le exigiría lo contrario, solo Jungkook. Que como respuesta al regaño que le dio a través de mensajes que por qué estudiar es importante para su futuro, que si el profesor lo va a reprobar, que si quedarse hasta tarde es malo para la salud y un largo etcétera, recibió un solo sticker y una risa.

De regreso decidió pasar por la casa de su hyung, pero tras tocar el timbre su madre fue la que atendió, quién tras intercambiar un par de palabras y de halagos por parte de ella, le dijo que había salido a dar un paseo y que quizás volvería en la noche.

Trató de llamarlo pero el muy tonto había olvidado su teléfono. Típico de él ¿Qué clase de chico de la actualidad se atrevía a salir sin su teléfono encima?

Simplemente se resignó a regresar a su casa, refunfuñando porque no lo vería hoy día.

Jungkook era bastante inflexible. Seguía sus responsabilidades al pie de la letra y se aseguraba que Taehyung también lo hiciera. Pero Taehyung era todo lo contrario, rebelde, ruidoso, curioso, inquieto, insistente. Quienes observaban su amistad desde lejos no entendían cómo era posible que ambos se llevaran tan bien siendo tan distintos. Casi siempre había sido así y era algo que, personalmente, Jungkook agradecía.

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"Otra vez faltaste a la primera clase, hyung" fueron sus primeras palabras cuando al asomarse al salón ahora vacío se topó con Taehyung sentado en su sitio, aparentemente dormido. Con sus brazos cruzados sobre la mesa y su cabeza sobre estos.

Jungkook se adentró al aula, inspeccionando con sus grandes ojos el alrededor y deduciendo que Taehyung se había quedado dormido al terminar la última clase y nadie se tomó la molestia de despertarlo. O quizás nadie tenía los huevos para lidiar con el mal temperamento que había demostrado poseer al apenas despertar.

El castaño se acercó despacio hasta donde el mayor, extendiendo su palma para apoyarla sobre el hombro ajeno.

"Hyung" murmuró mientras con poca fuerza zarandeaba al chico. Sonrió al escucharlo quejarse levemente "Hyung, tenemos que irnos"

"Déjame dormir" murmuró el pelinegro estremeciéndose antes de volver a caer dormido.

Jungkook hizo un puchero.

"No quiero ir solo a casa" dijo esta vez pasando su mano por el oscuro cabello del mayor y enredando sus dedos con aquellas hebras. Amaba escuchar como la respiración de su hyung se hacía más profunda cuando hacía aquello.

"Bien" murmuró Taehyung , girando su rostro para encontrarse con el de Jungkook. Taehyung no se movió ni un poco cuando su mirada se encontró con la ajena. Quizás pensando.

Por su parte, Jungkook sonrió dando rienda al pensamiento de que cuando Taehyung tenía esos momentos en los que se perdía en alguna parte del universo, siempre sucedían cuando lo miraba a los ojos. Y que de entre todas las cosas que podrían estar pasando por su cabeza, siempre resultaban siendo sobre él.

Si El Final Fuera Hoy, Hyung - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora