Capítulo 32

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RUBY BLANCHET

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RUBY BLANCHET

Mi padre no mentía cuando dijo que los escoltas iban a pasar desapercibidos de ahora en adelante. Los intenté buscar una vez que salimos de casa, pero fue imposible hacerlo.

Cassian y yo salimos una hora después de haber empaquetado todo lo que me quedaba en el apartamento. No era mucho, pero era suficiente. Me dejé un saco aparte para guardar lo necesario para esta semana en el hotel. Lo demás iría a mi nuevo apartamento cuando esté comprado.

Mi guardaespaldas me había ayudado a terminar más rápido y una vez guardado todo salimos de la casa sin darle un último repaso. Guardamos lo de anoche en mi saco, el cual él había decidido llevar por mi, y no volví a darle ningún vistazo más al apartamento. No lo iba a extrañar ya que solo se me habían quedado los malos recuerdos.

Una vez en el nuevo coche de mi padre pude respirar mejor sabiendo que no volvería a ver ese lugar.

—Es raro ir a tu casa tan pronto — dije intentando distraerme.

—Es una casa, nada importante o interesante.

Rodé los ojos.

—Una casa es un lugar seguro, un lugar íntimo, si es importante o interesante.

—He estado en tu casa familiar y en tu apartamento, no he visto que tuvieras la misma opinión con esa parte tuya.

—Porque no es mi parte o mi lugar seguro o íntimo — solté antes de poder detenerme.

Cassian no arrancó el coche si no se dio la vuelta para mirarme con atención. Yo solté un suspiro.

—Mi casa familiar dejó de ser un lugar seguro para mi desde la muerte de mi madre y mi apartamento... Ahora que lo pienso creo que nunca fue un lugar seguro para mí. Cuando me pasó lo de las fotos me sentí completamente invadida y vulnerable y quería quemar este lugar cuanto antes. Luego intenté recordar cuando me había sentido del todo bien en ese lugar y creo que nunca me sentí segura del todo.

» Ese apartamento fue casi una compra impulsiva. Quería salir de la mansión de una vez, pero mi padre aún tenía ansiedad de separación conmigo, quería que estuviera junto a él hasta que el mundo se muriera. Él no lo admitía y nunca lo hará, siempre decía que aún no era lo suficiente madura para independizarme, así que hicimos un trato. Un año sola para demostrarle que si lo era. Me había ido bien, hasta lo de las malditas fotos. Obviamente mi padre no me culpó y hasta olvidó el trato, solo estaba enfocado en ese acosador.

Solté un enorme suspiro.

—He hablado demasiado — solté una pequeña risa negando con la cabeza y vi como él negó con la suya diciéndome que no lo había hecho —. Lo que intento decir es que este lugar no fue adecuado para mí, lo compré rápido y sin pensar muy bien y creo que una parte de mi intuyó que algo malo iba pasar.

El protector [+18] ©  - Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora