VAMPIRE ACADEMY - LAST SACRIFICE (fanfic)

Capitulo 41

Me gire de nuevo hacia Alberta y explique

- Creía que tenía mi fuerza controlada. No fue mi intención atacarlos así

Stan rio burlonamente

- Guardiana Petrov, quizás debió haberla visto, se podía decir que ella quería era acabar con ellos

Me quede helada al oír esas palabras. Las imágenes de Strigois se amontonaban en mi cabeza.

- ¡Usted hijo...! - grite

- Rose - intervino Alberta

- Guardiana Hathaway, sabe que es verdad. Vi la ira en usted, la misma que utilizamos al ver un enemigo

Mis manos se cerraron en puño y Dimitri tenso el agarre

- Guardián Stan - advirtió Dimitri

Stan sonrió y dijo

- La guardiana Hathaway no tiene un control de sus emociones, es un peligro tenerla en el campo

Whoa. Mi boca casi toca mis rodillas. ¿Qué se creía que era?

Quería decirle que era una mierda, pero eso sería un argumento para él. Me mordí la lengua fuertemente mientras veía a Alberta vacilar.

- Hathaway quizás debe descansar por unas 3 semanas.

Perfecto, suspendida en la experiencia de campo. No sé porque la decisión no me asombro, aunque eso no significaba que no me molestara, quería tirarle la mesa en la que estaba sentada, pero alguna voz dijo que fuera humilde.

Mire alrededor de la sala y vi que todos estaban tensos para mi reacción, todos incluidos Dimitri. Suspire y asentí.

- Muy bien ¿Algo más?

Mi voz sonó plana, no había ira ni odio, al contrario sonaba racional. Algunas bocas se abrieron y sentí como Dimitri se relajaba

- No, puede retirarse.

Asentí y salí de allí tan rápido como pude.

- Roza...

Escuche como Dimitri me llamaba.

- Quiero estar sola - conteste a forma de grito

Tenía pesado ir a la habitación, pero al ver aquel bosque espeso que se levantaba a las afueras de la academia, sentí que allí es donde debería ir. El frio empezaba a sentirse pero no quería perder el tiempo llendo por un abrigo.

Camine hacia las salas, sabía que alguien debería estar rodando cerca, por lo que hice mis pasos de ninja. Me oculte en medio de los arbustos que había y espere el momento propicio para salir.

El guarda se distrajo un momento y eso fue todo lo que necesite. Brinque afuera y corrí por el bosque.

Cuando mis músculos se sentían calientes y me gritaban obscenidades pare. Estaba en medio de un lago. La luna brillaba fuertemente en el cielo. Era una hermosa vista, se podría decir que era un sueño creado por Adrian, solo que esta vez estaba... quizás no

- Roza...

Me gire y vi a Dimitri.

- Hey

Su largo abrigo se balanceaba en su cuerpo musculo. Al mirarlo directamente a sus ojos mi corazón comenzó una carrera enloquecida.

Estire mi mano hacia la suya y él la tomo sin la menor vacilación. Lo tire más cerca de mí para poder besar sus dulces labios. Dimitri me envolvió en sus brazos y se tiro sobre la hierba. Caímos en un golpe seco y no pudimos evitar reírnos. Me recosté en su pecho y nos perdimos mirando las estrellas. Su mano acariciaba mi cabello y yo rozaba su estomago suavemente. En un momento en que mi mano giro en su estomago él se estremeció y giro mi cara para poderme besar. Sonreí por descubrirlo.

Dimitri giro sobre sí mismo para quedar encima de mí y empezó a rozar la parte baja de mi espalda. Sus ojos ardían con pasión lo cual iba excitándome. Mis manos ahora se deslizaban en medio de su cabello. Era tan suave como la seda. Dimitri beso mi cuello y deslizo sus manos por mi estomago debajo de mi blusa

- Roza... - murmuraba

- Te amo - susurre

Mis manos recorrieron su espalda perfectamente definida por aquellos fuertes músculos. Me perdía en el grosor y el calor de su cuerpo. Dimitri era todo para mí. Tire mi cara hacia arriba para perderme en aquel olor intoxicante de su crema. Envolví mi rostro a través de su cuello y lo bese suavemente. Yo lo amaba. Su boca se movió hacia mi oreja y mordió el lóbulo mientras murmuraba frases en ruso. No sabía su significado, pero de algún modo me hacía sentir la perfecta felicidad. Bese de nuevo sus dulces labios y envolví mis muslos en su cintura y empuje para esta vez estar encima de él. Una sonrisa apareció en sus labios y sus manos pasaron a deslizarse por mis piernas y muslos.

Cada día amaba más a Dimitri, y aunque siempre creía que eso no podía ser posible, pues mi corazón explotaría si lo hacía, no era verdad. Mi corazón se hinchaba cada vez más al ver sus sabios ojos y su figura perfecta.

Mi mundo. Eso era él para mí.

No me explico como alguna vez pensé que podría acostumbrarme a la idea, de que él se había alejado de mí para siempre. Yo nunca podría amar a nadie más de esta manera. Mi alma le pertenecía a él, y si algún día nos llegáramos a separar yo sabía que encontraría la forma de volverlo a ver, aunque eso significara que tenía que ir hasta el fin del mundo. Yo lo haría, y completamente feliz.

- Creí que no manejarías también la decisión del campo - dijo él besando mi cabello

- Hey camarada, yo sé controlarme perfectamente - Dimitri enarco una ceja - De verdad

Dimitri suspiro y sonrió

- Roza... tú...

Lo corte con un beso en sus labios.

- Yo puedo controlarme - murmure

Aunque quería quedarme aquí con él, para siempre, mi cuerpo tenía planeado lo contrario. Involuntariamente bostece y Dimitri se levanto del pasto tirando de mí

- Vamos, tienes que descansar

Asentí

- Pero primero debo ir a comer

Mi estomago rugió confirmando lo que decía. Dimitri envolvió su brazo alrededor de mi cintura y caminamos de nuevo hacia las salas.

Había olvidado por completo que estábamos alejados de la academia exponiéndonos a cualquier ataque de Strigois. Me regañe mentalmente por ese acto tan irresponsable y me pregunte porque Dimitri no había dicho nada.

El guardián se sorprendió al vernos entrar

- ¿Qué hacen? - exigió

Me encogí de hombros pero Dimitri respondió

- Estábamos investigando - Dimitri señalo el bosque - un sonido extraño

Él guardián estrecho sus ojos decidiendo si creernos o no, pero era completamente imposible dudar sobre la palabra de Dimitri. Su expresión no delato nada y me esforcé porque la mía lo hiciera.

Él guardián se giro y me observo. Yo era una excelente mentirosa, él único que sabía cuando mentía era Dimitri. Era parte de la conexión que teníamos.

- Bien - dijo él - iré a investigar

- No es necesario - dijo Dimitri - No había nada cerca

Con eso nos alejamos y fuimos directamente a la cafetería.

- ¿Un sonido? - pregunte

Había sido una gran excusa. Debía admitirlo.

Dimitri sonrió y dijo

- No se te hubiera ocurrido a ti

- Tienes razón - admití

Entramos a la cafetería un olor delicioso me guio hasta el mostrador. Donas. Delicioso.