→30←

5K 492 97
                                    

Habíamos invitado a aquel chico a cenar en nuestra casa, me inspiraba demasiada confianza, no era su culpa tener una madre como Agustina.

—Y bien..— habló la señora Nubia —¿Quién es este muchacho tan apuesto?.—

Cuando llegamos a casa la mamá de Juan ya nos estaba esperando con todo preparado para la cena, había notado que nos quería preguntar sobre la denuncia pero ni Juan ni yo queríamos hablar de eso por ahora

—Es Uriel.— se limitó a responder Juan y aquella señora hizo una mueca

—¿Uriel Fernández? ¿El que dijiste que le había tirado la pintura encima a mi niña?.— preguntó ahora y ví como aquel chico parecía nervioso

—No es lo que parece.— me apresuré a decir —Todo esto no tiene que ver con él.—

—Además es nuestro invitado, intentemos no ser irrespetuosos.— pidió Juan recibiendo un golpe por parte de su mamá

—Fijate en el tono con el que me hablas Juan Sebastian.— amenazó —No es que sea grosera o quiera ser irrespetuosa, solo no tengo información y me preocupa la integridad de tu esposa.—

Le sonreí como agradecimiento por su preocupación pero no creía que fuera necesario en este momento. El ambiente quedó en un total silencio incomodo, seguíamos cenando sin decir nada.

Un teléfono empezó a sonar y las miradas se posaron en Uriel, él buscaba su celular torpemente, quizás por los nervios

—Es mamá.— avisó —Debo contestar.—

—Está bien, no te preocupes.— exclamé para darle un poco más de confianza

Contestó y para sorpresa de todos puso inmediatamente el altavoz, supongo que era para generar más confianza entre nosotros.

Hola mamá.— su voz temblaba

¿¡Dónde demonios estás!?.— un grito de aquella señora bastó para sobresaltarme —¡Te advertí que era la última vez que te permitía tu rebeldía!.—

La última vez solo había ido a terminar una tarea a casa de un amigo y no siquiera llegué tarde...— ahora parecía entrecortarse, en cualquier momento lloraría

No sé cuál es tu plan pero a mi casa ya no regresas.— escuchamos a Agustina y tanto Juan como yo nos miramos preocupados —El policía me dijo que me echaste la culpa de las cosas ¡Soy tu mamá! Debías asumir mis errores, no te quiero volver a ver.—

Pero yo no hice nada...— y sin decir nada más le terminó la llamada

Vimos algunas lágrimas caer por sus mejillas, ¿Realmente lo había echado de su casa?.

—No pasa nada, tranquilo.— Juan se levantó para ir hasta donde él estaba sentado y poner su brazo en su espalda en forma de apoyo

—No sé que haré ahora, realmente hablaba en serio.— se lamentó entre lágrimas —Desde que se divorció de papá buscaba cualquier oportunidad para dejarme tirado, supongo que fué horrible quedarse conmigo.—

La mamá de Juan se levantó para también ir a intentar consolarlo mientras yo me quedaba estática, ¿Acaso no era muy joven para vivir todo eso? Realmente me hacía sentir mal

Toqué mi estómago, ya tenía casi 5 meses y empezaba a sentir la presión ¿sería buena madre? Había empezado mal desde que ni siquiera me había hecho los típicos estudios que se hacen las embarazadas, no había comprado absolutamente nada aún ni siquiera sabía si sería niño o niña

—¿Verdad que sí ____?.— cuestionó Juan sacandome de mis pensamientos

—No escuché, perdón.— sonreí un tanto nerviosa

—Te preguntaba si Uriel se puede quedar unos días.— explicó y mi mirada volvió a aquel chico, había dejado de llorar pero seguía triste —Agustina es mala y lo dejó a su suerte, aquí tenemos bastante espacio.—

Juan tenía una sonrisa hermosa en su rostro, la humanidad dentro de él era genuinamente magnífica. Ahí mis dudas empezaron a aclararse, aunque yo fuera una mala madre, Juan sería un papá fenomenal

—Obviamente sí pero debemos conseguir algo para asegurarnos de que Agustina no pueda acusarnos de secuestro.— dije

—Pueden iniciar un proceso de emancipación.— sugirió mi suegra y la miré sin entender —Por lo que tengo entendido es algo así como el divorcio pero entre padres e hijos, tengo un amigo del gimnasio que es un abogado buenísimo, podemos pedirle ayuda.—

—Tu amigo vive en Ibagué, no nos será de mucha ayuda.— exclamó Juan y su madre lo miró mal —A lo que me refiero es que hay que buscar más lo opciones.—

—Podemos llamar a Raúl Salinas, abogado y amigo.— sugirió Uriel y reí al ver la reacción de Juan, era obvio que esa referencia lo había puesto contento

No debía olvidar que ese chico era fan de nuestro contenido, sería muy divertido tenerlo por aquí

—¿Tienes el número de ese abogado?.— cuestionó Juan carcajeando

—70-150.— respondió el chico sonriendo un poco

Quizás esto había sido un gran despeje de todo lo que había ocurrido los últimos minutos, era también una llamada de atención, empezaría a enfocarme más en la criatura que venía en camino

𝐂𝐋𝐎𝐔𝐃𝐒 [JuanSGuarnizo X Tú] (ECDLE #2)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora