Capitulo 1: Mi amo Nam joon.

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Levantarme se volvió un martirio desde que comencé a trabajar en el bar. La rutina era la misma desde hace 6 meses, donde servirle alcohol a los borrachos de siempre me provocaba una aversión profunda hacia mis clientes. Aún recuerdo el día en que él lo cambió todo.

Era la tarde del quinto día de enero cuando conocí al hombre que me hizo entender el verdadero significado del sexo.

La barra ya estaba limpia, creo que los cuatro clientes de la esquina del bar, se estaban quedando dormidos sobre sí mismos, cuando un hombre alto se sentó bruscamente en uno de los taburetes. Alto, de contextura gruesa y amplia, grandes hombros, en los brazos podías ver cómo la sangre le hervía en las venas y esa camisa blanca a medio abotonar cubierta de sudor, me hicieron tragar saliva al menos unas 10 veces. Qué sexy era!

Fijó su vista en mí de una manera tan penetrante que sentí como se removía hasta la fibra mas interna de mi cuerpo, sin poder dejar de mirar esos ojos color marrón que me juzgaban como si fuera aquella niña pequeña que desobedeció a su padre. No logré sostener su mirada por mucho tiempo cuando pude sacar la voz y atreverme a hablarle. 

- Buenas noches señor, mi nombre es Clara, que puedo servirle?- Titubee al instante en que abrí mi boca.

- Dame un whisky - Me respondió con voz profunda y un tanto molesta - Y rápido por favor.

Giré mi cuerpo, tembloroso aun por la impresión que me generó descubrir, que quien estaba sentado frente a mí, era Kim Namjoon del grupo BTS. Serví el vaso de whisky y se lo dejé en la barra, mientras intentaba tragar saliva. Desvié la mirada mientras se tomaba el licor de un solo sorbo, golpeando el vaso sobre la mesa, respirando bruscamente, cómo intentando calmar alguna furia contenida. Me permanecí evitando mirarle, mientras terminaba de secar las copas de Champagne, cuando levanta la vista hacia mí una vez más y con voz sensual comienza a hablarme. Preguntó desde cuándo trabajaba en el bar y si le servía otro vaso del mismo licor.

Jamás imaginé estar frente a uno de los hombres mas deseados del mundo, uno que siempre llamó mi atención, quien, en más de una ocasión, ha hecho que mi mente invente historias de amor, donde siempre soy la mujer que un día se casará con él.

No podía decirle qué era una fanática suya, eso me haría sentir ridícula y en ese momento, era lo que menos quería que pasara.

Con su mano derecha, peinó su cabello de una manera tan sensual, que deje de respirar por unos segundos, provocando que me excitara sin poder evitarlo. Tomó el segundo vaso de whisky, pero esta vez mucho mas lento que el primero, detuve mi mirada en sus labios, gruesos, grandes y humedecidos por el alcohol, lo que mantenían mi mente en una encrucijada que estaba a punto de llevarme a la desesperación. Habló sin levantar la mirada en ningún instante. 

- Cuantos años tienes? - Preguntó con interés.

- Eehm... bueno yo tengo 26 años - Respondí con el corazón en la mano.

- Y eres una mujer mentirosa? - Dijo molesto y entre dientes, como si alguien le hubiera hecho algo. - Todas son iguales, lo sabias?

- Yo no soy ninguna mentirosa! - Respondí enfadada por su desagradable pregunta, tomé una pausa y seguí - No todas las mujeres mentimos, si alguien lo hizo contigo, deberías desquitarte con ella no crees? - Le serví otro vaso de whisky y sentencié con firmeza - Te tomas el ultimo vaso y puedes retirarte que necesito cerrar el bar. 

Mi cara no podía evitar mostrar lo desagradable que me había parecido todo eso.Lo que no comprendí, es porque no solo estaba molesta, sino excitada como nunca antes. La tensión sexual que emanaba de mi cuerpo era indescriptible, me sudaban las manos, comencé a sentir un calor repentino muy intenso en mi entrepierna y esas ganas de querer saltar encima de él, siempre había sido una opción en mis fantasías.

 Desde que conocí al grupo BTS, Namjoon fue el hombre que me provocaba tantas cosas a la vez. Muchas noches toqué mi cuerpo pensando en que él era quién me lo hacía como si yo le perteneciera. Por eso no era solo mi corazón el que estaba manifestando sus deseos en ese momento.

Recuerdo que sonrió irónicamente, se tomó el ultimo vaso y me pidió un bolígrafo. De inmediato, le extendí el que tenia en mi bolsillo y me giré hacia la bodega, para evitar que descubriera cuanto lo deseaba en ese preciso instante. Cuando logré disipar los pensamientos sexuales de mi cabeza, volví a la barra y Namjoon ya se había ido. Quizás no debería haberme molestado, era la única oportunidad que tenia para estar cerca de mi ídolo y sentir que lo había arruinado completamente. Me sentí una estúpida de golpe, cómo cayendo en cuenta que podría siquiera haberle pedido un autógrafo y así, poder presumirlo con mis amistades. Pero no, yo decidí enojarme y hacerme la ofendida. Idiota.

Al recoger el vaso que usó, me di cuenta que debajo de él, había una servilleta con algo escrito. 

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora