- ¿Mamá, estás segura de qué este lugar es verdaderamente seguro? - indagó el omega menor observando su alrededor.
El barrio al que recién se mudaron no parecía ser lo más tranquilo en cuanto a lugar para vivir. Personas con semblantes intimidantes caminaban por las calles o, se mantenían hablando en algunas esquinas de la carretera. Sin embargo, a pesar de dicho ambiente y el predominante aroma a cigarrillo por el lugar, niños corrían por las calles jugando entre risas.
Según su criterio el lugar era poco adecuado para que niños estuviera fuera sin la atenta supervisión de un adulto.
- Estoy segura Yoon. Estaremos aquí un tiempo mientras juntamos el dinero suficiente para que te traslades a Seúl a estudiar.
-Ma, por favor; ya te dije que no quiero entrar a la universidad.
-Necesitas tener una carrera universitaria para ser alguien - reprendió la mujer viéndolo con seriedad.
- De nada servirá tener un pedazo de cartón que me especialice en un área, si no tengo experiencia no me contratan; y como no obtengo un trabajo no gano experiencia... Es sencillo.
La mujer pareció hacer oídos sordos a las palabras de su hijo y continuó su paso hacia su destino.
- Por el momento ayudaremos a la abuela en el restaurante.
YoonGi arrugó levemente su nariz, no estaba en contra de trabajar, él realmente quería ganar su propio dinero; sin embargo, sabía que en el restaurante de la ajumma solían llegar alfas a beber, en Daegu tuvo ciertos inconvenientes con alfas pretenciosos, y realmente lo ponía de muy mal humor tener que toparse con algunos.
El menor simplemente no dijo nada, su madre continuó comentando anécdotas triviales que vivió en aquel barrio durante su infancia; y un rato después ya estaban entrando en el restaurante de la señora mayor que había criado a su madre.
- Nana - llamó emocionada a la mujer mayor.
- YeRim - la mirada de la señora se iluminó al ver a su pequeña niña de nuevo.
- Te extrañe tanto - murmuró la menor mientras estrujaba a la señora en sus brazos.
Cuando se separaron del emotivo reencuentro la mujer mayor observó con fascinación al joven omega.
- YoonYoon - dijo acercándose al chico para envolverlo en esa calidez que la caracteriza.
- Hola, abuela.
- Estás tan grande, mírate, ya eres todo un omega adulto.
YoonGi sonrió ante la manera tan tierna en que la señora arrugada su nariz y fruncía sus labios.
- Nana, ¿cómo le está yendo con el local?
El pelinegro dejó de prestar suma atención a la conversación de las mayores y observó el alrededor. El restaurante le parecía bonito y acogedor. Mesas de madera esparcidas por el lugar con parrillas en el centro de estás, algunas fotos y cuadros decoraban las paredes; a simple vista no se veía como un lugar desagradable para trabajar.
Pero todo trabajo es bueno hasta que te toca un cliente difícil de sobrellevar.
Luego de un rato, donde se distrajo con su celular, la omega mayor les explicó que deberían hacer, y para desgracia de YoonGi él debía atender a los clientes.
La mujer los dirigió a la parte trasera del local, donde le dio un delantal a cada uno. Cuando ambos volvieron se encontraron a tres personas más en el lugar, dos hombres y una mujer.
- YeRim, YoonGi, ellos son HoSeok, JiSoo y BeakHyun - YoonGi los observó, los tres contaban con una sonrisa amigable en sus rostros, y un aura brillante los rodeaba.
ESTÁS LEYENDO
El combo completo lo ganó Min YoonGi
FanfictionYoonGi no disfrutaba su vida, sólo sobrevivía, junto a su madre. O al menos es así hasta que se mudan a Busan, buscando alejarse de todo aquello que los daña.