Historias de terror

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La ofrenda

En una soleada tarde, me encontraba recorriendo el sendero que atraviesa un

bosque de eucaliptos en mi diario paseo junto a mi perro, cuando vi que a un

lado del sendero en el suelo había una bandeja de plástico que contenía un

trozo de carne asada con papas y frutas picadas, también había una lata de

cerveza y la bandeja estaba rodeada de velas negras consumidas casi por

completo, la carne estaba pálida y desprendía un olor asqueroso, sin dudas

se trataba de una ofrenda que habían dejado por la noche. Tome un palo con la

intención de pegarle a la lata de cerveza para ver si explotaba ya que debía

estar muy caliente bajo los rayos del sol, alse el palo y estaba a punto de darle

cuando me acorde de la historia del viejo Suarez, toda una historia de terror, arroje

el palo y me aleje de ese lugar y por unos días no volví a pasar por ahí.

A tempranas horas de la mañana el viejo Suarez cruzaba el bosque que era de

su propiedad para buscar a sus vacas que pastaban en un campo cercano, las

conducía asta su casa en donde las ordeñaba y luego volvía a llevarlas para el

campo. Una mañana, cuando cruzaba el bosque vio al pié de un árbol una ofrenda

de esas que deja la gente que cree en el diablo, el viejo desparramo la comida y

las velas y rompió un recipiente que contenía sangre, no le gustaba que la gente

entrara en su bosque y mucho menos para esas actividades, siguió con su rutina,

fue a buscar a las vacas y las ordeño, cuando las iba a regresar al campo vio que

en el mismo lugar en donde estaba la ofrenda había alguien agachado, vestía una

especie de poncho negro con la cabeza cubierta por una amplia capucha.

" Debe ser uno de esos locos que andan haciendo esos rituales y dejando esas

ofrendas" Pensó el viejo, mientras se le acercaba por la espalda esgrimiendo la

vara de arrear, cuando se acerco lo suficiente escucho al encapuchado hablar

algo pero no se entendía ni una palabra de lo que decía, lo que asusto al viejo

Suarez fue que la voz no se oía como la de una persona sino como una multitud

ablando al unisono, se levanto y volteo hacia el viejo que se encontraba paralizado

de miedo, camino unos pasos y tirando la capucha hacia atras descubrió su

cabeza, la cual no era la de un ser humano, era una cabeza de cabra, estiro su

brazo y toco con su mano peluda la frente del viejo que se desmayo de terror.

Despertó tirado en el bosque con un fuerte dolor de cabeza, camino con dificultad

hacia su casa y al llegar le contó a su esposa lo sucedido. Al otro día el dolor de

cabeza aumento y tuvo que ir al medico, después de barios examenes le

diagnosticaron cancer en la cabeza, un enorme tumor se encontraba en su frente,

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2013 ⏰

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