Capítulo siete: Te necesito parte 1

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Narra: Bailee.

Y derrepente. Llegó esa ráfaga de viento que destrozó el centro de nuestro universo en solo cuestión de segundos, un simple movimiento. Que pondría en riesgo lo que se suponía que sería el resto de nuestras vidas, es esa mezcla de sentimientos. Que antes considerabas algo innecesario y completamente absurdo.

Pero con el tiempo correcto, encontraste una ternura abrupta en la cavidad de sus labios. Esa sensación que era capaz de llevarte al paraíso mismo en solo cuestión de segundos, un solo roce que podría en duda, todo lo que considerabas importante en ese entonces. Y es hay donde sabrás que existe un corazón dispuesto amarte de la misma forma, que tu corazón le pide desde hace años.

El único detalle. Es saber si su final será como el de los cuentos, o simplemente terminará como la vida real. Y solo acabarás abriendo los ojos, para así darte cuenta de que todo se acabó. Mucho antes de cuando empezó.

-¿Que es lo que lees?-el impactante sonido de su libro chocando con la mesa. Causo que regresará ah la realidad y me despertará de la maravillosa historia que me proporciona un facinante historia como es la que estoy leyendo ahora mismo.

-¿Que es lo que quieres ahora insecto abominable?-yo me quito los audífonos. Para así mirarlo ah los ojos, y es que el era el culpable de que anoche casi muriera no solo de un balazo. Ya que estoy segura de que antes de que eso llegase ah ocurrir, probablemente me daría un infarto. O algo mucho peor, y ese insecto sería el único responsable de mi deceso.

-¿Sabes?. Estuve pensandolo mucho anoche, y es que de seguro para ti. Vivir una experiencia como la que vivimos anoche, no es nada fácil y te pido perdón por ello. Y aunque realmente lo pensé, termine quedando en la conclusión. De que ya no metimos en esto y no podremos salirnos, no cuando vemos que esto puede llegar hacer potencialmente grave. ¿No lo crees?-y en ese momento no sabía cómo actuar. ¿Si debía arrancarle la cara que tiene de estúpido, o simplemente hacerle una lavado de cerebro para que pueda entender lo que está ocurriendo?. Y es que como ya lo había dicho anteriormente, esto podría ser potencialmente grave. Así que no, no hiba arriesgar mi vida por algo que simplemente no tenía sentido.

-Si... Sácame de tus planes-le pido. Para así tomar mi libro preferido en mis manos, escuchar un poco de música y caminar por la universidad. Realmente creí que este imbécil me dejaría tranquila, que entendería que no deseaba verme involucrada en algo tan importante como eso. Y es que mi hermana ya había creado suficientes escandalos, como para que ahora yo venga y le ocasiones muchos más problemas a mis padres.

-Vamos Bailee-el detiene mi paso. Deteniéndose justamente en mi camino, esto no podía estar pasandome. Las miradas de todos se encontraban en mi, odiaba ser el centro de miradas. Ya que desde que tengo memoria, solo me han mirado para criticarme o decirme cosas realmente hirientes. Mi vida social no es precisamente la mejor, pero realmente intento mantenerme a flote delante de tanto caos que siempre me abarca ah ya superficie. Realmente complicada de llegar-se que a ti también te gustaría que alguien te buscará si te encontrarás perdida. ¿O acaso me equivoco?.

-Si me encontrara pérdida. Ya mi familia hubiesen gastados todos sus medios y me hubiesen encontrado, así que no intentes hacerme sentir mal por eso. No soy tan valiente como deseas que sea, soy chef maldita sea. La idea de ser una detective, me produce escalofríos. Así que te pido de lo más profundo de mi corazón, que solo nos concentramos en el trabajo para el profesor Yaquino. Créeme, eso será lo mejor-intente marcharme. Y luego de intentar esquivarlo por unos segundos, logro salirme con la mía y marcharme sin ningún remordimiento.

O quizás si, lo admito. Sentía pesar por esas personas que se encontraban desaparecidas, pero siento que eso es trabajo para personas especializadas como lo son la policía. Adal y yo no tenemos nada que hacer hay, no tenemos experiencia. Y por lo menos en mi caso, la valentía no es algo que me siente de maravilla. Así que lo lamentó, pero no puedo hacerlo.

Mi primer amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora